La inflación en el coste de las obras en su fase uno, pasando de 2,8 a 7 millones, dificulta su urbanización
La ampliación y regularización del polígono de A Pasaxe encuentra dificultades económicas insalvables. El alza de los costes y la inflación supone que, de lo presupuestado en su fase uno (2,8 millones de euros) que estaba acordado desembolsar por parte de las empresas, se elevase hasta los 7 millones aproximadamente. Un golpe duro en una lucha que lleva en marcha desde hace 8 años para la urbanización del parque industrial.
Ante ello, Asime y la Asociación de Empresarios del polígono han solicitado colaboración económica pública para acometer el inicio de las obras de un proyecto que ya cuenta con el visto bueno de las autoridades competentes. “Queremos contar con algún apoyo que sea destacado para cometer estas inversiones y que no quede paralizado el proyecto”, apuntó Enrique Mallón, secretario general de Asime. En ese sentido, recordó que, cuando esta legalización de un suelo “que ya está industrializado” se lleve a cabo, las empresas podrán invertir en mejoras y ampliaciones de sus instalaciones, teniendo un retorno inmediato en la sociedad y las administraciones, ya que generarán más recaudación de impuestos.
“Este polígono es clave para el sur de Galicia, con un 70% de empleos industriales y más de 60 empresas, con 3.000 puestos de trabajo”, señaló el secretario general de Asime, que no se puede permitir que la fase uno, por temas económicos, no salga adelante: “Pedimos un poco más de apoyo, que el coste no sea asumido en exclusiva por las empresas porque es imposible, más cuando estamos muy cerquita”. Actualmente el polígono cuenta con 250.000 metros cuadrados calificados como rústico, una pelea que la asociación lleva durante más de 40 años para legalizarlo como industrial, adecuándolo a la normativa.
Patricio Fernández, vicepresidente de la asociación, recalcó lo necesario de la intervención para que empresas como la suya (Industrias Ferri) no vean limitado su crecimiento: “Pedimos a las administraciones un último empujón, con una mirada puesta en el futuro. Hay empresas que están en crisis que no pueden abordar esa inversión”. Las obras en la fase uno supondrán calles y aceras nuevas, soterramiento de la instalación eléctrica y realización de un saneamiento que se encuentra obsoleto.
"Si no se logra, algunas empresas están condenadas al cierre"
La limitación en el crecimiento de las empresas en el polígono de A Pasaxe puede afectar a su futuro a corto y medio plazo. Así lo aseguró Javier Díaz, presidente de la Asociación de Empresarios del parque industrial, que no ocultó su preocupación por la demora en el inicio de las obras, adjudicadas a la empresa Copasa y que debían comenzar en septiembre. “Es nuestro futuro, y necesitamos soluciones para las empresas que están pasando por su peor momento”, indicó Díaz.
Si no se pone en marcha la fase uno “algunas de esas empresas están destinadas al cierre, o a deslocalizarse a otros polígonos si lo consideran. Lo que está claro es que no pueden seguir creciendo y afrontar una inversión tan relevante”.
El propio presidente de la asociación señaló que han pedido varias reuniones a la Xunta pero, de momento, no obtuvieron respuesta “debido al momento complicado que se vive ahora con las elecciones”, aunque esperan que “no se demore mucho más la contestación”. Además, si el polígono no está legalizado, “estas empresas no pueden tener certificados y licencias que les habilitan para conseguir fondos públicos, por lo que están perdiendo oportunidades y competitividad”.
Según resaltó Enrique Mallón, la pérdida de poder de esa zona industrial que “llevan exportando fuera de Galicia durante años” sería perjudicial para los entornos de Gondomar y Vigo. Actualmente gran parte del polígono está dentro del concello gondomareño, salvo una pequeña porción de su entrada, que es competencia viguesa.
