Vigo vive su generación de jóvenes más polarizada: salir de fiesta o 'jugar a la Play'

Jóvenes disfrutando en una discoteca // ARCHIVO
photo_camera Jóvenes disfrutando en una discoteca // ARCHIVO

Bailar en la calle, teatralizar,  jugar o ver jugar, salir de fiesta... Son innumerables las aficiones de la nueva juventud viguesa, ¿lo has notado?

Atrás quedaron esas tardes en las que uno decidía si salir de fiesta con los amigos o quedarse en casa leyendo un libro o escuchando música. Mucho ha cambiado en la ciudad en los últimos 15 años. Los que daban un respiro a sus padres disfrutando del ritmo en aquellas discotecas vespertinas de la calle Venezuela ahora ya se acercan a la treintena. Con el paso del tiempo, el plan ha variado drásticamente. La tendencia de las nuevas generaciones ahora es el baile, pero en el exterior y delante de una cámara. ¿Qué ha cambiado en la 'chavalada' viguesa? 

Se salía de fiesta por la tarde o por la noche

Antes los adolescentes disponían de dos opciones para disfrutar de la fiesta: o salían por la tarde o por la noche, dependiendo del nivel de tolerancia de los padres. Las llamadas discotecas 'de tarde' o vespertinas se alzaron por un breve periodo de tiempo como la opción favorita de buena parte de la juventud. Los cubatas y los chupitos 'sin alcohol' eran el gancho de aquellos jóvenes con prisa por ser mayores, a los que se les tenía prohibido salir por la noche. En la calle Venezuela se situaba la discoteca Embassi, que por el día recibió, primeramente, el nombre de 'Cool' y más adelante el de 'Sweet', dos denominaciones en el recuerdo de toda la generación viguesa del 'Tuenti', la red social del momento, por aquel entonces.

Al otro lado se situaba el otro espectro: la 'chavalada' de los libros y los videojuegos. Las redes sociales, para ellos, permanecía en un segundo plano. La mayor parte del ocio quedaba relegada al hogar. La todavía existente 'Normacómics' de la calle Don Bosco se llenaba de los amantes de la banda diseñada y Caramba de los que se dejaron engatusar por bandas eternas como los Beatles o Nirvana. Alejados de lo comercial y lo convencional, este grupo empezaba a avisar de lo que estaba por venir: una generación de jóvenes extremadamente polarizada en, ideas, gustos y hábitos.

Los reyes de la teatralización y el espectáculo, 'tiktokers'

Cada vez son más los padres a los que les puede el hartazgo de ver a sus hijos enganchados a las pantallas, fuera o dentro de casa. Les cuesta comprender suficientemente el cambio generacional. En la actualidad, es habitual pasear por la calle del Príncipe o entornos naturales como O Castro y ver a personas grabándose o tomándose fotografías. El espectáculo está a la orden del día, sin importar el escenario. El mundo del videojuego también arrastra a los jóvenes que deciden invertir más horas en su habitación, bien jugando o viendo a otros jugar. Las ambiciones también han cambiado. Está de moda querer ser 'influencer' o un personaje influyente. Una carrera universitaria pasa de ser una aspiración a una obligación.

La antítesis de este grupo se encuentra en aquellos que hacen algo que se hacía antes: salir de fiesta. Cambia el lugar, pero no las costumbres. La mayor parte de ellos empiezan más tarde, con dieciocho años, a descubrir la noche. Y es que los más jóvenes son el público mayoritario del ocio nocturno vigués. Con o sin alcohol, irse de copas sigue siendo una opción atractiva para buena parte de la juventud.

Pese a todo, llama la atención la gran división que se aprecia en los gustos de esta nueva generación de jóvenes y, también, el creciente interés por quedarse en casa. Las restricciones de la pandemia, probablemente, hayan influido en esta situación. Los planes en casa quizás hayan llegado para quedarse en buena parte de la generación Z. 

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