Mientras el Reino Unido se convertía en el país más afectado de Europa por el covid-19 y primer ministro, Boris Johnson, recién recuperado de la enfermedad comparecía ayer en la sesión de control del Parlamento para sugerir que las las restricciones aplicadas en las últimas semanas para contener la expansión del coronavirus habían dado sus frutos y podrían levantarse algunas de ellas a partir del próximo lunes, 11 de mayo, la sociedad británica intentaba asimilar ayer la historia amorosa en la que se vio envuelto el principal ideólogo de la medida. Y es que Neil Ferguson, que así se llama el hombre, presentó su dimisión como asesor del Ejecutivo, al ser descubierto por la prensa de que se saltaba sus propias medidas de confinamiento impuestas a la población para verse con su amante, en lo que para algunos podría ser una especie de novela negra.
El diario "The Telegraph" reveló el martes que el epidemiólogo del Imperial College London, de 51 años, especialista en la propagación de enfermedades en humanos y animales, se saltó las normas de distancia social al permitir que una mujer atravesara Londres al menos en dos ocasiones para encontrarse ambos en su domicilio.
"Acepto que cometí un error de juicio y tomé el curso de acción incorrecto. Por ello, he dado un paso atrás en mi actividad en SAGE (siglas en inglés del Grupo Asesor Científico para Emergencias)", afirmó en un comunicado el matemático y epidemiólogo de 51 años.
"Me arrepiento profundamente de cualquier menoscabo del mensaje de la necesidad de distancia social para controlar esta epidemia devastadora", agregó el científico. Asegura que actuó como lo hizo creyéndose "inmune", ya que permaneció aislado en su domicilio tras haberse contagiado de coronavirus.
A mediados de marzo, Ferguson publicó un informe en el que alertaba de que el Reino Unido se enfrentaba a en torno a 260.000 muertes por covid-19 si no endurecía las medidas de aislamiento social. Pocos días después, el 23 de marzo, el primer ministro, Boris Johnson, ordenó que la población se quedara en casa salvo en ciertos supuestos, una medida que continúa vigente. El propio primer ministro se vio afectado por la pandemia y a punto estuvo de perder la vida, según él mismo reconoció.
El ministro de Sanidad, Matt Hancock, reconocía ayer en una entrevista a Sky News estar "sin palabras", si bien apuntaba que el asesor había tomado "la decisión correcta" al dimitir.
Una “relación abierta"
La polémica renuncia de Ferguson sacó a la luz una historia novelesca, pues entre los detalles desvelados está el nombre de la amante, Antonia Staats, de 38 años, una activista de izquierdas, que vive junto con su marido, un académico que también está en la treintena.
Según los medios británicos, la primera visita que la mujer realizó a la casa del epidemiólogo fue el lunes 30 de marzo y la segunda el 8 de abril, curiosamente cuando su marido comenzaba a desarrollar los síntomas del covid-19. Saats quitaba hierro al asunto afirmando que con su pareja mantenía una "relación abierta" y que el domicilio de Ferguson también era el suyo, aunque para ir de uno a otro tenía que cruzar medio Londres.n
