El sentimiento navideño inunda todo en Vigo. Los miles de visitantes que llenan las calles del centro contemplaron con asombro como más de 3.000 motoristas, ataviados de Papá Noel, invadían la Porta do Sol a primera hora de la tarde. Allí estaba el alcalde Abel Caballero para recibir a la comitiva y desearle un buen reparto de caramelos. Ya no es época del señor de Laponia, pero la marcha de sus ayudantes fue aplazada ante el mal tiempo. Prevista para el día 24 tuvo lugar ayer con una presencia menor de participantes con respecto al año pasado.
El sentido del humor y la imaginación estuvieron presentes entre los participantes. Muchos portaban regalos que tendrán que dejarles al Apalpador, activo hasta Fin de Año o a los Reyes Magos, con su llegada prevista el 5 de enero. Llamaron la atención algunas de las carrocerías efímeras y diseñadas para la ocasión como el trineo tirado por renos. Después de recorrer los principales barrios de la ciudad, volvieron al punto de inicio, Navia, donde despidieron el encuentro con una pequeña fiesta.
Mientras en el corazón de Vigo continuaba la actividad. La gran afluencia de viandantes obligó a peatonalizar el centro, extendiendo la restricción de tráfico rodado a más calles de las previstas. El buen tiempo y el tirón de las luces animaron a turistas procedentes de España y Portugal a acercarse a Vigo en un nuevo fin de semana de récord.
En la animación en el exterior, el tren de la Navidad, que comenzó a funcionar el sábado, originó colas de espera que ya intentan competir con la noria gigante. Se suma así a la oferta del bus turístico y del propio “Cometa”, el vehículo histórico de Vitrasa, para recorrer los puntos álgidos del parque de atracciones navideño en que se ha convertido la milla de oro de la ciudad.
Con todos estos elementos, junto a las atracciones para los más pequeños, el foco de atracción se amplió al entorno de la Alameda, pero Príncipe sigue siendo el punto neurálgico. Vendedores de globos, personajes de dibujos animados y las isletas navideñas colocadas por el Concello aparecían en el camino de los viandantes que intentaron atravesar desde el extremo de la Bola, en la Praza da Farola de Urzaiz, hasta el Árbol, en Porta do Sol.
Apenas recuperados del rugido de las motos, los que disfrutaban de un paseo por el centro se vieron nuevamente sorprendidos, en esta ocasión por un desfile de rondallas, todo un atractivo para los turistas, por tratarse de algo original de esta comarca en estas fechas.
Las agrupaciones de O Freixo, del Centro Cultural e Veciñal de Valadares, de la Sociedad Cultural Deportiva e Recreativa de Beade, el Centro Social e Veciñal de Zamáns y la Helios de Bembrive pusieron la nota de color con un pasacalles desde Gran Vía hasta Porta do Sol por Policarpo Sanz.
En un ambiente más íntimo, el Nadal Solidario de O Tinglado, recibió la visita de directora xeral de Voluntariado, Cristina Pichel, que apoyó con su presencia a las ONG que participan en el evento.
De puertas para dentro, la oferta cultural destacó con los conciertos de la coral Casablanca en la sede del Real Club Celta y el tradicional festival de Año Nuevo, que una vez más dio la orquesta y el ballet de Johann Strauss con el aforo lleno en el teatro García Barbón.