COMARCAS

La Guardia Civil logra evitar el enfrentamiento en Cabo Home

Gran despliegue de la Guardia Civil en la Costa da Vela
photo_camera Agentes de la Guardia Civil, en la carretera hacia Cabo Home, para evitar enfrentamientos.
Arrecia el conflicto abierto entre los percebeiros de Cangas y los bateeiros de Arousa
n n n La tensión no baja en el entorno de Cabo Home, la parte de la comarca del Morrazo más próxima a las Cíes, y de nuevo se reprodujeron las imágenes de la pasada semana entre grupos de mariscadores del municipio de Cangas y de la Ría de Arousa. En este caso,  un centenar de bateeiros de la Illa de Arousa intentaron acceder de nuevo a la zona de la Costa da Vela a media mañana de ayer para recoger mejilla, una actividad a la que se oponen los percebeiros del Morrazo, que también acudieron al lugar para intentar impedirlo, como ya habían hecho en las anteriores ocasiones. 
Al lugar se desplazaron unos 60 agentes de la Guardia Civil que identificaron y comprobaron las licencias de los que pretendían bajar a la zona de marisqueo, algo que finalmente no se llegó a producir al no contar todos con los permisos necesarios para desarrollar esta actividad. 
El presidente de la Cofradía de Pescadores de Cangas explicaba ya el pasado viernes que esta situación “se arrastra hace tiempo y es un conflicto que solo tenemos con un pequeño sector de los bateeiros de la Illa de Arousa, porque no vienen de ninguna otra parte a coger la cría del mejillón”. 
Según el pósito cangués, la pretensión de los bateeiros de A Illa de Arousa pondría en peligro “a 50 familias que trabajan en la Costa da Vela y que tienen allí su pan del invierno, ya que en el verano las capturas se llevan a cabo en Cíes”, dijo, por lo que solicitaban de nuevo la mediación de la Consellería do Mar "para resolverlo lo antes posible". 
Los percebeiros de Cangas sostienen que la mejilla supone la base de la alimentación de los crustáceos y por tanto es fundamental que se mantenga para poder contar con capturas. Por su parte los bateeiros mantienen que no está prohibido el acceso y que se trata de una actividad que pueden realizar, dentro del marisqueo de mejillones. Finalmente, un pequeño grupo de Arousa -apenas media docena- pudo acercarse hasta los acantilados, protegidos por los agentes y con otros tantos percebeiros a su lado. 
No ocurrió nada por la presencia de las fuerzas de seguridad, pero el conflicto está servido, con acusaciones mutuas y alta tensión que se alarga durante días. 
La pasada semana, la Guardia Civil se tuvo que desplegar en la zona para evitar enfrentamientos, pero se acabó encontrando con una zanja en el camino hacia la costa para impedir el paso de sus vehículos. No obstante, hasta el momento no habido choques físicos,  a la espera de la Consellería do Mar pueda emitir un dictamen que aclare la situación.  n

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