galicia

Los pueblos deshabitados en la provincia de Ourense se reducen

Acceso a Fontedouro (Punxín), aldea deshabitada que vuelve a la vida gracias a sus tres habitantes.
photo_camera Acceso a Fontedouro (Punxín), aldea deshabitada que vuelve a la vida gracias a sus tres habitantes.
Los brotes verdes del rural dejan 167 aldeas abandonadas, cuatro menos que un año antes, pero una cifra aún muy alta. Es el primer descenso registrado en 15 años
El rural ourensano comienza a ver brotes verdes, aunque haya que exprimir los datos para verlos. El nomenclátor recién publicado por el Instituto Nacional de Estadística arroja un ligero soplo de aire fresco para los pueblos más pequeños de la provincia. La noticia:  por primera vez en 15 años, decrece la cifra de pueblos abandonados en Ourense. Ese es el clavo al que agarrarse, y que anima a pensar que algo está cambiando. Con todo, no es el único indicador que apunta en esa línea.
Por un lado, el último semestre de 2019 fue el primero en 13 años en que se registraron más habitantes que el semestre inmediatamente anterior, invitando a pensar en un cambio de tendencia. En segundo lugar, 2020 arrancó con el menor decrecimento interanual de población, lo que refleja un frenazo en el declive demográfico. Además, más concellos que nunca registraron un aumento de su población.
Para poner la guinda, la pandemia trajo consigo un efecto secundario que sirve de punta de lanza para la recuperación de muchos pueblos, ya que el confinamiento empujó a muchos a regresar al rural, con un goteo en el incremento del censo en decenas de municipios.
Entre todos estos brotes verdes, destaca el reflejado en el nomenclátor del INE: el regreso a la vida de las aldeas abandonadas. En 2020, 167 se encontraban en esta situación, cuatro menos que las que lo estaban el año anterior, que fueron 171. Se trata de un cambio de tendencia que no se daba desde el año 2006, cuando sí se observa un ligero incremento respecto al periodo anterior. 
Este es un punto de partida para la repoblación de pequeños núcleos, aunque es mucho el camino por andar. En 2011, eran 122 las aldeas "cerradas", y 2020, pese a la recuperación, acabó con 167 en esta situación. Por tanto, una brecha todavía demasiado profunda. 
Otros datos inyectan menos optimismo en el análisis. Un año más, el número de aldeas ourensanas con menos de 10 habitantes crece, ya que ha pasado de 1.212 a 1.240. En el caso de las que tienen menos de 5 vecinos, las más próximas a desaparecer, la cifra también aumenta, al pasar de 639 a 655. Son los peros que ensombrecen la pequeña luz de esperanza que arroja el tirón de las aldeas despobladas. 
Actualmente, hay ocho de esas aldeas que se encuentran en venta o con oferta de cesión en el portal Aldeas Abandonadas. Sus precios van desde los 59.000 a los 400.000 euros, entre ellas se encuentra desde un conjunto rural en O Ribeiro hasta una aldea de dos casas en Amoeiro. Incluso se cede gratuitamente una aldea con 12 viviendas, en Cortegada.

Te puede interesar