El alcalde de Rianxo, Adolfo Muíños (BNG), ha confesado este miércoles que después de unas horas de gran tensión, por el incendio forestal más grande de todos cuantos han afectado a Galicia este año, con 850 hectáreas devastadas, ya este miércoles siente que respira al ver que va "camino de ir normalizándose y estabilizándose".
El último dato ofrecido por la Xunta en su canal oficial de Twitter, a las 10:37 horas de hoy, apunta que siguen siendo 850 las hectáreas afectadas y, el regidor, en una conversación con Efe, ha indicado que "hay una diferencia grande con ayer", puesto que los trabajos se centran ahora en "ir resolviendo conatos, para que no se reproduzcan, y en trabajar por tanto a pie de tierra, en actuaciones puntuales".
El viento y la poca humedad que se registra en Galicia estos días por la falta de lluvia han dificultado el control de las llamas que, según la hipótesis principal que se maneja, tienen su origen en un incidente en una torreta eléctrica.
Una chispa en un cable de alta tensión, la cual habría originado la lumbre en un inicio en la vecina localidad de Dodro, en el lugar de San Xoán de Laíño, el pasado lunes apenas diez minutos después de las ocho de la tarde, y que después se habría propagado hasta Rianxo.
La situación llegó a complicarse de tal manera que el gobierno de Alberto Núñez Feijóo estableció el nivel de Situación 2 -el tercero de una escala de tres-, desactivado esta mañana, como medida preventiva por la cercanía de las llamas al núcleo habitado de Meiquiz, en la parroquia rianxeira de Leiro, e incluso fue necesario un corte en la transitada autovía del Barbanza.
