España

El independentismo, dividido al negociar un futuro Govern

Ines Arrimadas, ayer durante su visita al mercadillo del Singuerlín de Santa Coloma (Barcelona).
photo_camera Ines Arrimadas, ayer durante su visita al mercadillo del Singuerlín de Santa Coloma (Barcelona).

JxCat y ERC evidencian una vez más sus discrepancias en su pelea por hacerse con puestos clave

nnn JxCat y ERC han entrado en la fase final de las negociaciones pero sus diferencias en cómo debe ser la composición del futuro Govern y las funciones de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras han frenado bruscamente las conversaciones, por lo que será clave si el expresident definitivamente da un paso al lado.
Las dos partes negociadoras coinciden en que han llegado a la fase final de la negociación y confían en un acuerdo en días, pero se han encontrado con interrogantes en asuntos peliagudos, sobre todo en cómo debe ser la cúpula del Govern, más allá del pacto cerrado de que la distribución de las carteras será al 50%.
En este contexto, el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, pidió ayer "generosidad" a JxCat para superar la "tirantez" que se está produciendo en el tramo final de la negociación con este grupo parlamentario para un acuerdo global para la investidura, el Govern y la legislatura, que espera cerrar "cuanto antes mejor".
 Según fuentes de las negociaciones, las discrepancias están sobre todo en la estructura del Govern y en las atribuciones que debería tener, en primera instancia, Carles Puigdemont desde Bélgica. Si bien JxCat oficialmente lo mantiene como candidato a la presidencia de la Generalitat, en las filas de ERC dan por hecho que no podrá ejercer como tal, por lo que plantean un papel de "presidente legítimo", para el que se le haría un reconocimiento en Bélgica a partir de la semana que viene y una resolución en esta línea en el Parlament.

un “paso al lado"
Así, se espera que Puigdemont oficialice un "paso al lado" en su pretensión inicial de ser investido por el Parlament, a fin de posibilitar una investidura "legal y efectiva" en la cámara catalana que requiere ERC y que permita nombrar al nuevo Govern y poner fin al 155.
Además, ERC considera que toda la estructura que pueda tener Puigdemont en Bélgica, como una "casa de la república" o un "consejo de la república", debería pagarse con dinero privado para evitar delitos, por lo que apuntan a la posibilidad de crear una fundación .
En cuanto a la vicepresidencia, ERC se resiste a eliminarla y exige poder poner en el puesto a quien quiera, ante la propuesta de JxCat de "restituir al máximo posible" el anterior Govern, lo que supondría que la cartera sería para Oriol Junqueras, en prisión, aunque tampoco es una exigencia del grupo de Puigdemont. La vicepresidencia podría ser clave si JxCat opta por Jordi Sànchez como plan B a Puigdemont -como presidente "efectivo" investido por el Parlament-, ya que en el caso de que el juez lo mantuviera en prisión, el control del día a día de la Generalitat estaría en manos del vicepresidente o vicepresidenta de ERC. Según esta "restitución" que propugna JxCat, la cartera de Presidencia sería para JxCat y la ostentaría Jordi Turull, pero ERC cuestiona que JxCat acapare los tres principales cargos.n

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