La Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) es su segunda casa, para la que lleva trabajando desde hace tres décadas. Edelmiro Ulloa Alonso acaba de ser nombrado director gerente de la institución tras los últimos cinco años como gerente adjunto y lo hace con ilusión y ganas, pese a los tiempos complicados que corren.
¿Qué retos afronta en esta nueva etapa? ¿Habla ya el sector de recuperación económica?
Debemos ser muy prudentes por la quinta ola y su posible impacto en el canal horeca porque nos afectaría ya que una parte importante del consumo de pescado está en la hostelería y restauración. Tenemos muchos retos que afrontar como el anteproyecto de la Ley de pesca o las dificultades de la flota palangrera con la regulación del marrajo porque se está diciendo que está en vías de extinción y no es verdad.
Y el Brexit.
Por supuesto. Hay incertidumbre y veremos dentro de cinco años cuando haya que negociar. Otro asunto que nos preocupa muchísimo es Noruega. Nos molesta especialmente que un país que no es miembro de la Unión Europea pueda actuar de una forma tan poco limpia con sus decisiones unilaterales, robándonos nuestras cuotas en Svalbard y en el caso de la caballa autoasignándose cuotas que no les corresponden. Queremos que el consumidor tenga toda la información para que a la hora de comprar bacalao o salmón noruego sepa que son de un país que está siendo hostil con nuestros pescadores. En este sentido quiero agradecer el trabajo que está realizando el Gobierno, como sector nos sentimos respaldados.
Y con Bruselas, ¿se sienten respaldados?
En muchas cuestiones la Comisión Europea está muy lejos de la gente del mar. Los que tienen que tomar decisiones no saben lo que es un barco de pesca y eso es algo muy preocupante. El actual comisario tiene una orientación bastante equivocada de lo que es el sector porque hay grupos que tienen una capacidad de lobby muy potente en Bruselas y también hay ONG ambientalistas que dan un enfoque bastante distorsionado de la realidad de todo el sector primario. Nos duele porque somos una actividad que proveemos proteína de alta calidad y de bajo impacto ambiental y nos preocupa que con las normas que se están llevando a cabo en los últimos años el sector caiga en el desánimo reduciendo la flota y abandonando la actividad.
Llegamos al punto de la falta de trabajadores.
Sí, el relevo generacional es fundamental. Sabemos que la pesca no es un trabajo sencillo y que es sacrificado, pero está bien remunerado y los tripulantes tienen los coeficientes reductores que les permiten jubilarse hasta 10 años antes. Y lo más importante, en la pesca hay trabajo garantizado. Nos estamos empeñando en la formación dual para conseguir recuperar esa vocación que había antes, pero para conseguir trabajadores nuevos es necesario mejorar las condiciones de habitabilidad de los barcos.
¿En qué punto está la renovación de la flota?
Es imprescindible que Bruselas admita de una vez los GT sociales, que es la capacidad de espacio en el barco que no debería computar como mejoras pesqueras sino para tener camarotes más cómodos y con mejores condiciones de habitabilidad y seguridad. Sin en estos buques difícilmente vamos a poder atraer a gente joven.
¿Hay futuro para la pesca?
Por supuesto. Es un sí rotundo. La pesca tiene mucho futuro, los caladeros están cada día mejor por mucho que haya voces catastrofistas. Desde un punto de vista científico los stocks que explotan las flotas comunitarias están mejor gestionados y regulados y siguiendo con esa línea sostenible y responsable el futuro del sector está asegurado.
¿Cómo está yendo la campaña de vacunación?
Se están vacunando a los tripulantes que pasan por tierra pero hay muchísimos que están en flota de larga distancia con procesos de relevo de varios meses que aún no han venido aquí. Se están produciendo contagios o reinfecciones porque por mucho cuidado que se tenga, en un barco el espacio es limitado y hay riesgos por los contactos en los puertos. La campaña de vacunación tardó demasiado por la falta de sensibilidad de la ministra de Sanidad cuando dijo que se iba a vacunar a los marineros cuando tocase. Nos pareció una falta de rigor científico porque debería saber las condiciones especiales de los tripulantes.
