El ponteareano fue 44º y mejor español sub-23 en Gavere, donde Mathieu Van der Poel volvió a ser el mejor entre la flor y nata mundial
Miguel Rodríguez se fajó ayer con los mejores del mundo y dio la cara. Decir esto, en la gloriosa época actual que vive el ciclismo, es mucho. Por eso, el cuadragésimo cuarto puesto que obtuvo ayer el joven ciclista ponteareano en la Copa del Mundo de Gavere, en Bélgica, tiene un sabor dulce. Más todavía si se tiene en cuenta que el corredor del Froiz concluyó la prueba como el mejor español de categoría sub-23. Precisamente fue la ausencia de la prueba en su grupo de edad la que propició que Miguel compitiese en Élite. Es el mismo caso de las porriñesas Aroa Otero y Marta Estévez, que acabaron 53ª y 66ª, respectivamente.
La experiencia es de muchos quilates para los tres corredores del área. No todos los días puedes compartir línea de salida con monstruos como Mathieu Van der Poel, Wout Van Aert o Tom Pidcock -entre ellos- o Puck Pieterse, Fem Van Empel o Ceylin Alvarado -entre ellas-.
En la carrera masculina, los tres tenores mencionados coparon el podio. Y en primer lugar volvió a estar el fuera de serie neerlandés. Van der Poel, pentacampeón del mundo de la especialidad y actual maillot arcoíris en carretera, está un punto por encima del resto esta temporada de ciclocross y nuevamente volvió a imponerse a su eterno rival Van Aert, que entró a 36 segundos. Pidcock llegó con casi un minuto de desventaja.
En mujeres, el trío neerlandés gobernó una prueba en la que siete de las diez primeras ciclistas son de Países Bajos. Abrumador. Además de las porriñesas, la joven compostelana Lorena Patiño también participó en la carrera y finalizó 52ª.
La gira belga continúa. Mañana, una prueba internacional y el sábado se cierra el telón con una nueva Copa del Mundo.
