balonmano europeo 2020

Los Hispanos también saben ganar sin brillo

El cangués Rodrigo Corrales (d) aplaude al final del partido de ayer.
photo_camera El cangués Rodrigo Corrales (d) aplaude al final del partido de ayer.
La selección española no necesitó su mejor versión para vencer a la República Checa
La selección española de balonmano, con el portero cangués Rodrigo Corrales en sus filas, demostró ayer que también sabe ganar sin brillar, al imponerse a la Repúbica Checa en un encuentro en el que impuso su mayor oficio. Fue un argumento suficiente para apuntarse la primera victoria de la segunda fase del Europeo y prolongar un pleno de triunfos que supone otro paso hacia semifinales.
Como si el cambio de sede les hubiera afectado, los Hispanos tardaron en adquirir el ritmo de juego que habían mostrado en Trondheim en la primera fase.
La falta de velocidad hizo más endeble a la defensa española, a la que le costó controlar las rápidas circulaciones de balón del conjunto checo. El equipo de Jordi Ribera pareció resolver el problema con el paso a la defensa 5.1, que coincidió con la exclusión del pivote checo Stepan Zeman.
El cambio activó al conjunto español, que, por fin, consiguió los robos de balón que alimentan el veloz juego de contragolpe de la selección. Así, a la carrera, España logró abrir en el marcador una brecha de tres goles (7-4) que allanaba su camino.
Pero cuando todo iba dispuesto para el despegue de los de Jordi Ribera, surgió la figura del portero checo Tomas Mrkva, que con sus paradas obligó a la selección española a empezar de nuevo (7-7).
Aunque, si algo caracteriza a los Hispanos, un equipo curtido ya en mil batallas, es su fortaleza mental. A base de oficio y de talento individual, la selección española volvió a distanciarse en el marcador, como reflejaron los cuatro goles de ventaja (12-8) que adquirió a ocho minutos para el descanso.
Sin embargo, España no estaba cómoda, sobre todo en ataque, obligada a iniciar una y otra vez el juego por las continuas faltas de los jugadores checos. Así, nunca logró dotar a su ofensiva de la fluidez y continuidad necesarias para poder brillar.
Y cuando lo logró, siempre apareció el portero Mrkva, que cerró el primer tiempo con nueve paradas, para volver a impedir que los Hispanos adquirieran su habitual velocidad de crucero. Si no lo consiguió, fue gracias a los lanzamientos de Alex Dujshebaev y Joan Cañellas, o a los movimientos sobre la línea de seis metros de Julen Aginagalde, que permitieron que el conjunto español arrancase con una cómoda ventaja de cinco goles (14-9) la segunda mitad.
En esos segundos treinta minutos, no mejoró la fluidez ofensiva del equipo español, al que siguió costándole un mundo culminar cada uno de sus ataques. Aunque llegó a tener siete goles de renta (19-12), un parcial de 1-5 dejó a la República Checa a sólo tres (20-17). España salió airosa gracias a la incapacidad manifiesta de los checos para manejarse con un hombre menos sobre la pista durante las exclusiones que sufrió en los siguientes minutos y que España resolvió con tres goles consecutivos a puerta vacía de Ángel Fernández.
También ayer, la selección de Croacia dio un nuevo paso hacia las semifinales del Europeo al imponerse por 27-23 a Austria, en una nueva demostración defensiva de los de Lino Cervar, que cuentan ya con cuatro puntos. n

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