La salvaterrense Lucía Rodríguez, que formó pareja con Rubén García, se impuso el domingo 14 de mayo en la modalidad de dobles mixto del Campeonato de España de bádminton y, de esta forma, obtuvo su primer título en la categoría absoluta. Lo hizo tras meses de problemas en el tendón rotuliano de su rodilla. “Para llevar tres semanas entrenando a buen nivel, creo que está muy bien”, reflexiona la jugadora del Bádminton As Neves.
“La victoria fue inesperada porque llevaba poco tiempo entrenando de forma continua. El juego estuvo genial y pudimos ganar. Estuve cuatro meses parada sin hacer desplazamientos. Meterse a competir en individual después de ese proceso era duro y, además, todavía no tengo el tendón lo suficientemente sano como para meter mucha carga. Voy poco a poco”, explica Lucía Rodríguez sobre el hecho de no participar en la categoría individual. Esta decisión fue propia y tampoco estuvo en el doble femenino por otra dolencia, pero en este caso de su pareja, Nikol Carulla.
“Para mí, el podio más importante que hice hasta ahora es el Europeo júnior. A nivel internacional tiene mucho más prestigio que ganar el Campeonato de España absoluto. Aún así, para haber solo entrenado tres semanas al 100%, ganar esto me da mucha motivación. Quiere decir que no estoy tan lejos del nivel que quiero tener”, reflexiona la de Salvaterra sobre el triunfo.
Tras la victoria llega el futuro y se presenta incierto porque todavía deberá determinar el camino que quiere escoger. Por el momento, mientras termina de recupear la rodilla, explica que está más en las pruebas de dobles: “En parejas es en lo que estoy más cómoda últimamente. Además, me parece un buen reto y el objetivo que tengo es ir a Los Ángeles. Tengo una pareja aquí y podría darse el ir allí y ser el primer dúo español que lo hace porque, hasta el momento, sí que hay buenos jugadores individuales en España, pero no en pareja. Si finalmente elijo esta modalidad, me gustaría hacerlo. Pero las opciones son menores que en el individual porque hay menos plazas en juego”.
En los últimos meses, además, la Federación Española de bádminton comenzó un programa de especialización para formar equipos de dobles, tanto masculino, como femenino y mixto. “Viene un entrenador de Alemania para formarnos. Todavía nos queda para mejorar, pero estamos avanzando mucho”, explica la jugadora. Y es que se trata de un juego con matices. “Mi compañero (Rubén García) es zurdo y yo soy diestra. Dependiendo del lado que estamos cada uno, varían las cosas. Y, además, yo estoy más tiempo en la red y tengo que pensar el golpe que debo hacer para que él pueda cubrir la parte de atrás. Y, si juegan al lado que estoy yo, hay que saber quién va”, relata Lucía Rodríguez. A esto se añade que “hay que adaptarse a la velocidad porque, en el mixto, juegas contra hombres que tienen mucha más fuerza y todo es más rápido”.
En gran medida, esta situación viene determinada por la tendinitis que sufre en el tendón rotuliano de su pierna derecha y que, además, le hizo dejar el Centro Galego de Tecnificación Deportiva en Pontevedra para irse a la Residencia Blume. “El año pasado rechacé la beca permanente en la Blume, pero como estuve lesionada, en enero me ofrecieron irme dos meses porque allí tienen médico, fisio y más entrenadores”, explica la jugadora. La atención casi al dedillo le permitió mejorar la dolencia de la artículación y también entrenar porque “no podía hacer los mismos ejercicios que el resto, pero uno de los entrenadorese se quedaba conmigo para hacer técnica".
Así, poco a poco, inició el proceso de recuperación del tendón rotuliano tras un 2022 con problemas continuos por esta dolencia y, además, superó los miedos de trasladarse a Madrid. “Ya pedí la plaza para el próximo año”, admite. Por ahí pasa su futuro tras ese 2022 complicado porque, realmente, ya tenía problemas en la rodilla desde principios de año. Para subir en el ránking acumuló competiciones y “iba a un torneo con la rutina de jugar cuatro o cinco partidos en un día con el calentamiento, el partido y el estirar… No era lo mejor para una rodilla dañada”, asume ahora. Tuvo que parar y ahora vuelve.
