tercera división

Supervivientes de play-off

Mauro y Martín posan en el campo del Alondras, el club de su vida, con el que juegan su tercer play-off.
photo_camera Mauro y Martín posan en el campo del Alondras, el club de su vida, con el que juegan su tercer play-off.

Mauro y Martín son los únicos jugadores del Alondras que jugaron la fase de ascenso en 2012

Para un club como el Alondras, el simple hecho de luchar por ascender a Segunda B ya es un éxito. Cuánto más, conseguirlo dos años consecutivos y cinco veces en el presente siglo -este curso y el anterior, además de en 2012, 2006 y 2002-. De esa media decena de tentativas, Mauro y Martín han estado presentes en tres. De hecho, los morracenses son los únicos supervivientes de la plantilla que luchó por subir en la campaña 2011/12 y que perdió en segunda ronda ante el filial del Racing de Santander B tras eliminar al Cayón en la primera.
"La pena fue no ser campeones porque creo que habríamos ascendido", expresa Martín, un portero de 28 años que militó toda su carrera en el club cangués salvo por una cesión en su primer año sénior. Aquel Alondras de hace siete cursos perdió el liderato en la penúltima ronda en favor de un CD Ourense que ascendió en la eliminatoria de campeones. "Ganó fácil al Laudio y te queda esa espina", destaca el capitán Mauro, de 33 años.
Aquella espina ya quedó en el olvido. También la del año pasado, en la que el conjunto rojiblanco pagó el pato de la inexperiencia en el primer partido ante el Langreo (0-3). En la vuelta rozó la heroica pero terminó por despedirse con una victoria insuficiente (2-3). En los tres casos, Martín destaca la unión del vestuario como "principal baza para competir contra presupuestos mayores".
Los dos jugadores coinciden en el gran estado de forma que atraviesa el Alondras antes de recibir al Portugalete (mañana, 18:00). "Estamos en el mejor momento. La presión la tienen ellos y vienen de perder", avisa Mauro. "Llegamos con la moral altísima. Haciendo un buen partido en casa tendremos nuestras opciones No tenemos nada que perder y sí mucho que ganar", destaca Martín.
Al echar la vista atrás, ambos se muestran agradecidos con el club de su vida, en el que llevan tantos años y en el que confían en retirarse. Para Martín, el Alondras le dio "todo en el fútbol" y también fuera, porque le da las gracias por enseñarle, "como futbolista y como persona", tantas cosas. "Lo llevo en el corazón. De pequeño ya venía a O Morrazo con mi padre. Es el equipo de mi vida", destaca Mauro. 
Portero y extremo no saben qué será de ellos en el futuro. Por lo pronto, sueñan con llevar al Alondras a Segunda B. Porque en su corazón estará de por vida. n

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