El buen rendimiento de Sergio Álvarez y los problemas físicos habían impedido al mosense hacerse con el puesto en los albores de cada una de las cinco campañas previas en las que ya formaba parte del vestuario del equipo profesional celeste.
La oportunidad que ahora se le brinda, de la mano de un Fran Escribá que siempre lo ha situado en cabeza en la pelea por la portería, la está sabiendo aprovechar y en las cinco jornadas que se han disputado, el canterano celeste ha protagonizado intervenciones de mérito que, además, han supuesto puntos sumados para el grupo. Sin ir más lejos, sus grandes reflejos entre los tres palos impidieron otros tantos goles del Atlético de Madrid el pasado sábado en el Wanda Metropolitano, evitando que los remates de Felipe –cabezazo–, Lodi –tras un córner– y Koke –en un zapatazo desde el borde del área– acabasen en gol.
Una muestra de que su papel está siendo preponderante en la mayor seguridad defensiva que está luciendo el equipo celeste en este inicio de temporada es que el céltico es el segundo portero de la Liga que más paradas ha realizado en las cinco jornadas que se han disputado. Concretamente, según los datos estadísticos de la Liga, Rubén ha parado hasta el momento 20 remates de los rivales, con una sencilla media de 4 por encuentro. Por delante de él únicamente se encuentra el guardameta del Levante, Aitor Fernández, con una intervención más que el de Mos en ese mismo número de duelos ligueros.
Por detrás, pero ya más alejados, aparecen el portero de la Real Sociedad, Miguel Ángel Moyá, con 17 paradas en cinco encuentros y el del Mallorca, Manolo Reina, con 16 en igual número de encuentros.
Obviamente, que un portero sea el que más paradas realiza tiene un lado muy positivo, que es el acierto del mismo, y otro no tanto, que es que el equipo recibe muchos disparos del rival a los que hay que contestar. Con todo, hasta la fecha Rubén lo está haciendo con gran acierto. Asi que, que dure.
