Tras encajar el sábado la primera derrota de la temporada ante el Real Madrid, en un partido en el que faltaron jugadores importantes debido a las lesiones, el Celta se entrenó ayer en las instalaciones de A Madroa, en una sesión a puerta abierta que tuvo como principal novedad la evidente mejoría de Okay Yokuslu y Sergio Álvarez.
Tanto el centrocampista turco como el portero de Catoira continúan en el parte médico, pero ayer se ejercitaron con el resto de sus compañeros y sin limitaciones, lo que significa que no tardarán mucho en recibir el alta y que podrían estar incluso disponibles para el partido que el equipo vigués disputará el próximo sábado contra el Valencia, de nuevo en Balaídos.
Okay se lesionó en un encuentro con la selección de su país el pasado 30 de mayo y no pudo jugar un solo amistoso durante la pretemporada al sufrir una rotura parcial del ligamento cruzado posterior de la rodilla derecha. Por su parte, Sergio se encuentra muy recuperado de la rotura fibrilar que se produjo en el muslo derecho.
Quien todavía no ve la luz al final del túnel es Hugo Mallo. El capitán volvió a trabajar ayer en solitario después de casi un mes en la enfermería por un "edema en el recto anterior del muslo derecho con mínima lesión fibrilar", según explica el parte médico. Así las cosas, es poco probable que pueda estar listo para el choque contra el Valencia de Maxi Gómez.
Descanso y doble sesión
El cuerpo técnico del Celta ha dado descanso hoy a la primera plantilla, que volverá al trabajo mañana con una doble sesión de entrenamiento en las instalaciones deportivas de A Madroa, a las 10:30 y a las 18:30 horas, ambas a puerta cerrada. El equipo vigués tiene previsto ejercitarse también el miércoles y el jueves en Candeán, y el viernes Fran Escribá ultimará los detalles para el encuentro sobre el césped de Balaídos. n
