Balonmano

Las niñas que lo soñaron

Las fotos de las jugadoras del Guardés cuando eran niñas que figuraron en las postales: 1. Marisol Carratú; 2. Patrícia Lima; 3. Carla Gómez; 4. África Sempere; 5. Sandra Santiago; 6. Nazaret Calzado; 7. Giselle Menéndez; 8. Carolina Silva; 9. Ángela Nieto; 10. Pauli Fernández; 11. Míriam Sempere; 12. Cris Cifuentes; 13. Fanny Descalzo; 14. Celia López; 15. Elena Amores; 16. María Sancha; 17. Júlia Nuez; 18. Daniela Moreno.
photo_camera Las fotos de las jugadoras del Guardés cuando eran niñas que figuraron en las postales: 1. Marisol Carratú; 2. Patrícia Lima; 3. Carla Gómez; 4. África Sempere; 5. Sandra Santiago; 6. Nazaret Calzado; 7. Giselle Menéndez; 8. Carolina Silva; 9. Ángela Nieto; 10. Pauli Fernández; 11. Míriam Sempere; 12. Cris Cifuentes; 13. Fanny Descalzo; 14. Celia López; 15. Elena Amores; 16. María Sancha; 17. Júlia Nuez; 18. Daniela Moreno.
Las capitanas del Guardés sorprendieron a sus compañeras antes de la ida de la final de la Copa Europea con unas postales en el vestuario con fotos de cuando eran pequeñas

Para saber  a dónde se va es muy necesario saber de dónde se viene. Las jugadoras del Guardés tienen clarísimo lo primero. Así lo demostraron el pasado domingo con una granítica victoria (23-17) ante el Konyaalti turco en la ida de la final de la Copa Europea, disputada en A Sangriña. En cuanto a lo segundo, la frenética velocidad del día a día -y más en el deporte de élite- hace que a veces se pueda olvidar. Si fue el caso, las capitanas del equipo, Marisol Carratú, Patrícia Lima y Carla Gómez, se lo recordaron a todas en los instantes previos a uno de los partidos más importantes de sus vidas.

Así fue. Las tres representantes de la plantilla se las ingeniaron para conseguir fotos de sus 15 compañeras cuando eran pequeñas, sin que ellas supieran para qué iban a ser utilizadas. Una vez las atesoraron, las imprimieron y las incluyeron en una postal que esperó a cada protagonista en su asiento habitual en el vestuario.  Y si el masivo recibimiento tributado por la afición no hubiera disparado la emoción, el detalle que todas se encontraron al cruzar el umbral tocó fibras, despertó recuerdos, acarició corazones. 

“Mírense ahí y piensen dónde están ahora”, rezaba un texto en la portada. “Si vas a mirar atrás, que sea para ver lo que has trabajado para llegar a donde estás”, concluía el mensaje de una tapa que, al abrirse, descubría la foto de cada jugadora en su infancia. La sorpresa se entremezcló con una vista atrás y con un fugaz viaje por el camino de cada una para llegar hasta las puertas de un título continental. 

Muchos sentimientos mezclados derivaron en un cóctel con sabor a confianza y a compromiso. Porque las jugadoras del Guardés no querían fallarle a tantas personas que las ayudaron a alcanzar esa final. Pero, sobre todo, y más en ese momento, no quería fallarle a esas niñas que tenían delante. No querían fallarse a sí mismas. Y no lo hicieron. Desde veteranas como Carratú, con títulos, internacionalidades  y unos Juegos Olímpicos a cuestas, a jóvenes que dan sus primeros pasos en la élite como Elena Amores, pasando por las lesionadas Ángela Nieto y Júlia Nuez, que lamentablemente se pierden la final. Todas con sus dificultades, sus alegrías, sus penas. Todas lejos de sus casas. Cada una con su historia. 

Fue en ese momento cuando recordaron que la mujer que sostenía la postal está cumpliendo el sueño de la niña de la foto. Y también por esas pequeñas de las imágenes, el Guardés firmó una exhibición defensiva que maniató al Konyaalti hasta el punto de dejar al equipo turco en 17 goles cuando promedia 34 por partido en esta temporada. Muchas de ellas, que tuvieron que crecer sin referentes femeninos en su deporte, son ahora un modelo a seguir para las que empiezan. Abren caminos.  Un rol que va más allá de su papel como deportistas y que permite a cualquier niña ver con sus propios ojos que puede conseguir lo que se proponga porque otras que en algún momento fueron como ella lo están haciendo. 

Pase lo que pase el próximo domingo, estas 18 mujeres ya han llegado donde nadie llegó en el balonmano gallego. Pero quieren más. Lucharán por ganar la Copa Europea. Lucharán por escribir nuevamente la historia.  Lucharán por seguir cumpliendo los sueños de las 18 niñas de las postales. Y de tantas y tantas otras.

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