Jeison Murillo firmó ayer su contrato de cesión por una temporada desde la Sampdoria con el Celta y se mostró "feliz. He estado esperando este momento varios meses. Ha tardado un poco pero finalmente estoy aquí en Vigo muy contento". Eso sí, para entrenar con sus compañeros tendrá que esperar al resultado de dos pruebas PCR, con lo que no estará mañana ante el Valencia.
El colombiano explicó a los medios del club que volvió a elegir Vigo por varios motivos: "Primero porque las cosas, a nivel individual, salieron dentro de lo que cabe bien. Porque me encontré un equipo muy familiar, con un técnico que me dio la confianza. Uno, con su permiso, siempre quiere ser partícipe de un gran equipo. Ahora que tenía la oportunidad de estar aquí, obviamente no la desaproveché".
Sobre su estado actual, recuerda que "en Italia físicamente se trabaja bastante. Cuando estás en un equipo y sabes que no vas a seguir allí, te cuesta muchísimo trabajar a nivel táctico. Pero sí lo haces físicamente y me encuentro bien". Además, cuenta con la "ventaja" de que conoce "a la plantilla y al cuerpo técnico. Y eso es empezar con pie derecho".
En cuanto a la necesaria mejoría en el rendimiento del equipo, tras una pasada temporada para olvidar con salvación sobre la bocina, el central céltico consideró que "hay que pasar página, coger lo bueno del año pasado y lo malo para aprender. Tratar de empezar con pie derecho la competición. El otro día se empató pero hay equipo para hacer cosas buenas, para ir partido a partido y buscar los objetivos que se marque el grupo". Así, sin concretarlos. Murillo sabe que llega a terreno abonado para disponer de minutos y para mandar. Y regresa dispuesto.
