CELTA

El club celeste apuró hasta el día 31 en los tres últimos mercados de enero

nnnEl presente mercado de invierno se cerrará el próximo 1 de febrero pero, por norma, se ha cerrado siempre el día 31 de enero. Pues hasta ese día suele esperar el Celta para realizar sus movimientos. Al menos, es lo que ha sucedido en los tres últimos años y en cinco de los últimos siete, los que han pasado desde su último ascenso a Primera. Por lo tanto, no le resulta extraño apurar hasta el final, algo que parece dispuesto a repetir en el presente, con sólo una operación de entrada cerrada y al menos dos más pendientes.
El primero en llegar sobre la bocina en enero desde el mentado ascenso fue Fabián Orellana en enero de 2013. La situación se repitió al año siguiente pero con un jugador que acabó resultando un fiasco como el brasileño Welliton. Después, dos años de mayor tranquilidad hasta recuperar la costumbre de firmar el día 31 en enero de 2017 con Andrew Hjulsager como protagonista. Hace dos años, el que apuró hasta el final su incorporación fue Lucas Boyé y el año pasado se dobló la apuesta, con Lucas Olaza –aunque el acuerdo fue previo, no hubo firma hasta ese día final– y Ryad Boudebouz.
De hecho, el primero de los refuerzos de ese enero de 2019 no llegó hasta el día 22, es decir, justo hace hoy un año. Y Jeison Murillo lleva ya aquí una semana. Es decir, que el ritmo que está llevando el Celta este enero es el suyo habitual en tales tesituras.n

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