Fernando Castro Santos se convirtió ayer en el nuevo entrenador del Pontevedra, club al que vuelve 22 años después. El ex técnico del Celta, entre otros muchos equipos, sustituye en el banquillo a Ángel Viadero, que fue destituido el pasado martes después de que el equipo cayese a puestos de descenso a Tercera División.
Lo que más llama la atención de esta contratación es que el técnico pontevedrés se sentará en el banquillo granate sin cobrar ni un solo euro y sólo percibirá una primera si logra que el equipo se meta a final de temporada en la fase de ascenso, un objetivo muy complicado después del nefasto arranque de temporada. Castro Santos explicó ayer en su presentación el motivo de esta singular apuesta. Vuelvo a mi casa y prefiero no cobrar que cobrar poco. explica. El Pontevedra está atravesando graves problemas económicos y debe pagar el finiquito a Viadero y también debe una importante cantidad a su anterior técnico, Pablo Alfaro. En el terreno estrictamente deportivo, El nuevo entrenador granate afirmó que su principal objetivo es recuperar la unión entre la afición y el equipo y eso sólo se consigue armando un bloque que sea competitivo. Castro Santos, que ha entrenado a 12 equipos estuvo al mando del Celta entre los años 1995 y 1997, dice llegar al banquillo granate con la ilusión intacta y siendo mejor entrenador ahora que antes. El técnico de Poio comenzó su carrera como entrenador en el Pontevedra en 1983 y dirigió al conjunto capitalino durante cinco años. Su último club fue el Leixoes portugués, con el que descendió.
