Balonmano

Carla Gómez: “Éramos un submarino pero salimos a flote”

La pivote catalana sonríe durante el entrenamiento de ayer del Guardés en el escenario de la final.
photo_camera La pivote catalana sonríe durante el entrenamiento de ayer del Guardés en el escenario de la final.
La pivote catalana del Guardés afronta la final con ilusión y destaca que "la clave estará en la defensa”

Cuando Carla Gómez llegó a A Guarda hace seis años, se encontró un equipo que venía de ser campeón de Liga unos meses antes y que competía con regularidad en Europa. Ni así se imaginó nunca jugando una final continental. “La verdad es que no”, contesta con sinceridad al otro lado del teléfono, desde el hotel en el que el Guardés velaba armas ayer antes del choque de vuelta contra el Konyaalti turco de esta tarde (19:00, TVG2).

Allí, justo antes del entrenamiento, la pivote catalana se toma un momento para recordar de dónde viene antes de enfocarse en a dónde va. “Hubo momentos duros”, reconoce. “La vida del deportista te exige estar siempre concentrado en lo que haces y hay problemas derivados de ello. No necesariamente deportivos. A veces hay asuntos personales que te condicionan”, expresa una de las tres capitanas del Guardés, que a veces ha tenido que demostrar más que nadie para ver reconocida su labor. “Sí que he sentido eso a veces. Pero es normal. El trabajo sucio de una pivote defensora no se ve demasiado porque al final lo que más llama la atención son los goles y si no los metes parece que no eres nadie", asume con sinceridad. “Pero nada de esto importa porque poder estar aquí ahora hace que todo lo pasado merezca la pena”, añade, al tiempo que el que escribe intuye una sonrisa a 4.500 kilómetros de distancia.

Es curioso. Es bastante unánime señalar que, en balonmano, los partidos se ganan en defensa. Sin embargo, los focos siempre enfocan hacia los goles. “La mayor parte de la gente sólo se fija en lo bonito que es meter goles y no tanto en el trabajo que se hace detrás para ayudar a meterlos y, sobre todo, a que no nos los metan”, apunta Gómez mezclando la resignación con la costumbre.

En el caso del Guardés, esta máxima se cumple a rajatabla. La subida de nivel defensivo ha llevado a un equipo en crisis, que coqueteaba con el descenso, a una final continental. “Éramos un submarino, pero hemos salido a flote”, bromea. El punto de inflexión pudo ser el relevo en el banquillo, con la salida de Abel González y la promoción de Ana Seabra. También el hecho de poder jugar casi toda la segunda vuelta en casa. Pero, además, coincide con el regreso del retiro de Fanny Descalzo. Junto a la valenciana, Carla Gómez conforma una de las mejores parejas de ‘treses’ de la Liga. Unas defensoras centrales duras y contundentes, pero también ágiles de piernas y de cabeza. “Nos entendemos muy bien. Ya sabemos lo que va a hacer la otra y muchas veces sin hablarnos”, expresa la catalana. 

Ese centro del 6:0 y el resto del entramado dejó en 17 goles a un Konyaalti que promediaba 34 esta temporada. “Ellas no están acostumbradas a que las toquen tanto. No les gusta”, subraya Gómez, que destaca lo planas que son las defensas en la Liga turca. Caramelos para una jugadora de la calidad de Alena Ikhneva. “Tenemos que estar otra vez muy profundas. Muy encima de ella. Y también de Premovic”, avisa, incluyendo a la zurda de la primera línea en la ecuación. “Debemos tener claro que la que salga, tiene que ir a muerte mientras la otra queda con pivote. Son tías que lanzan mucho y no podemos permitir que lo hagan cómodas”, advierte Carla, que lo resume todo en una frase: “La defensa va a ser la clave del partido”. 

Así es. Si el equipo miñoto mantiene su línea atrás, ayudará a Marisol Carratú y a Míriam Sempere a producir en la portería y, sobre todo, podrá dañar a la carrera a las turcas. En líneas generales, es el plan de un partido que Gómez y el resto de sus compañeras afrontan “como si estuviera 0-0”. Los seis goles de la ida suponen una buena renta, pero la capitana no quiere excesos de confianza. “Iremos minuto a minuto, fuertes desde el principio. Y si podemos coger algo de ventaja, mejor que mejor”, explica con optimismo. 

Y pese a la intensa temporada y al partido de cuartos de final del play-off liguero, que el Guardés empató el pasado miércoles contra Rocasa, la catalana afirma sin dudar que el conjunto miñoto está “en el mejor momento” del curso. “Tengo claro que el esfuerzo merece la pena y la cabeza va a empujar mucho”, augura.  Lo que sea con tal de conquistar esa Copa Europea. “Mentiría si dijera que no nos hemos imaginado con ella. Todas lo hemos hecho. En nuestra imaginación ya la tenemos. Pero en la realidad todavía quedan 60 minutos y tenemos que trabajar muy duro”, concluye concienciada de lo que tiene por delante. n

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