carrera por la esclerosis

Caminante, se hace camino al andar

Lara González, con el pelo rojo, completó la carrera de 5.000 metros con                                              sus familiares directos, entre los que se encontraban sus hijos.
photo_camera Lara González, con el pelo rojo, completó la carrera de 5.000 metros con sus familiares directos, entre los que se encontraban sus hijos.
La Carrera por la Esclerosis Múltiple se convierte en un acto solidario y en un desafío vital para los afectados por la enfermedad 

Caminante no hay camino, se hace camino al andar", escribió Antonio Machado y canta Joan Manuel Serrat. Y el trayecto realizado en un momento, casi sin avisar, toma una dirección totalmente inesperada a los veinte, treinta o cuarenta años. Lo hace con un brote de una enfermedad desconocida y que, muchas pruebas después, recibe el nombre de esclerosis múltiple. "Dejé de sentir las manos, a la semana los pies y, al día siguiente, en el trabajo, comencé a ver mal. Ahí se descubrió todo. Me lo descubrieron rápido, pero fue un palo duro porque nunca piensas que puede ser eso", explica Lara González, de 34 años. 
En su caso, afrontó la Carrera por la Esclerosis Múltiple de los cinco kilómetros y "terminé, pero hoy estoy pagando un poco las consecuencias. Es el reto que tengo, un desafío personal y, mientras pueda, lo haré. Creo que tengo la penúltima posición, lo cuál para mí ya es una alegría porque creí que iba a ser la última. Al menos, ese puesto ya no me lo quita nadie", añade. La cita, que tradicionalmente se disputaba en noviembre en Bouzas, cambió este año a una versión virtual en la que los participantes cubre una de las cuatro distancias en solitario y registran el tiempo con el móvil.
También la cubrió Jorge Villar, de 42 años y que fue diagnosticado hace más de una década, en 2009. "Tuve que hacer algunas pausas por el camino porque llega el momento en el que el cansancio te obliga a parar para respirar un poco y retomar la caminata. Pero lo pude conseguir. Es un reto. Y es bonito porque, cuando cumples un objetivo, te engrandece un poco. Hay dificultades y poder superar una meta así es algo fantástico", describe. En su caso, completó la 'andaina' de 5.000 metros. Con dificultades, pero la realizó porque "desde el inicio de la pandemia, que vimos que llegaba para quedarse un tiempo, tuvimos que reinventarnos. La carrera es uno de los mayores ingresos que tiene Avempo y no podíamos perderla. Nos reinventamos". 
Son muchos los usuarios de Avempo y los afectados por la enfermedad se marcaron esta semana para completar la Carrera por la Esclerosis Múltiple. El plazo para cubrirla finaliza hoy para los 652 inscritos en la prueba que, incluso, pueden anotarse y cubrirla a lo largo de la jornada. 
Entre los participantes que ya la hicieron están las jóvenes Belén Ferreira, de 20 años, e Iria Papín. La primera cubrió cinco kilómetros caminando y la segunda, diez. Aunque iniciaron el trayecto juntas. "Yo hice lo mío y la acompañé después a ella. Me costó menos de los que pensaba al principio", explica Ferreira. En su caso, se inscribió debido a que "mi padre padece esclerosis múltiple y, hasta el momento, todos los años que se hizo la carrera estuve ayudando en la organización. Como este año es virtual, opté por anotarme para contribuir pero desde otro punto". 
Carreras y 'andainas' para cubrir los senderos de la vida, que cambiaron de forma "radical" para Lara González. "Ahora me dieron la discapacidad, cuando siempre trabajé. Echas de menos estar con gente de tu edad o pegar una carrera detrás de tus hijos y no terminar fatigada", describe. No obstante, en su caso, acumula dos años de dificultades y con el añadido de tener dos niños pequeños que "pasan de ver a su madre estar bien a salir del hospital con una muleta y sin sensibilidad en las manos. Fue un choque tocarlos y no poder sentirlos", añade la viguesa. A esto se añadió un trabajo psicólogico notable. En él, "Rosa, la psicóloga de Avempo, fue clave porque mi hijo el mayor asociaba una enfermedad grave al cáncer porque lo había tenido una madre de un compañero de clase. Le costó entender lo que pasa su madre y, ahora que ve que estoy de mejor humor, lo lleva mejor", explica Lara González. En su caso, "al día siguiente de salir del hospital, ya fui por Avempo. Me ayudan mucho", destaca.
Para Jorge Villar la situación es diferente porque lleva desde 2009 peleando contra la esclerosis múltiple. Explica que "doy gracias que, de momento, no necesito bastón, andador ni silla. Por ahora, puedo caminar hasta que me siento fatigado. Me avisa el cuerpo, pero de lo que era mi vida antes a lo que es ahora, tuve que adaptarme". En su caso, relata que "estás bien y, de pronto, te da un brote. Ingresas en el hospital, te dan corticoides y recuperas. Lo que sucede es que ya no al 100%. De cada vez te dejas un 2% o así. En cada una de estas, te aparece una secuela nueva. Por eso es importante mantenerse activo y, dentro de lo posible, en forma".
Tras años conviviendo con la esclerosis recomienda a todo afectado "ir a la asociación porque es una apoyo muy fuerte. Al principio, puede ser un poco duro encontrarte a otros usuarios que están más afectados y ver la situación a la que puedes llegar, pero compartir experiencia termina siendo muy bueno", describe Villar.
No hay un paciente igual a otro y tampoco una clave para vivir con la esclerosis. No obstante, en el mejor de los casos, la enfermedad será un acompañante a lo largo de los años. A pesar de los momentos duros, Lara González admite que "no se puede decir muy alto, pero creo que ahora mismo soy más feliz que antes. Y esto se debe a que  ahora le doy más balor a las cosas". Es el camino, imprevisto, que se hace al andar.

JOSÉ ALBERTO BASTOS. Líder de la carrera

"Ojalá me superen, será una buena señal"

Probablemente, la primera posición que menos le importe perder a José Alberto Bastos de toda su carrera deportiva. El vigués llega al último día de plazo para cubrir la Carrera por la Esclorosis Múltiple como líder en la distancia de 10 kilómetros. "Me anoté porque todos los años voy a esta carrera. A todas las de Vigo que tienen un carácter benéfico me apunto. Me coincidió bien y utilicé un entrenamiento en Castrelos para hacerla. La idea no era ir en serio", señala. De hecho, incide en que "no es un tiempo muy allá y espero que lo batan porque quiere decir que hay más gente intentándolo". 
Ayer se habían anotado un total de 652 personas a la cita organizada por Avempo, la asociación que da cobertura a los enfermos y familiares de afectados por las esclerosis múltiple. "Lo importante es colaborar pagando la inscripción. Esta me pilló en unos días que sí me paré delante del ordenador. Es una carrera a la que le tengo un especial cariño porque la gané dos veces y me lo propuse. Está muy bien organizada", señada Alberto Bastos. 
No obstante, también explica que le gustaría poder acudir a la Alameda de Bouzas, como en ediciones anteriores, para vivir la cita en su ambiente. El Covid lo impide y matiza que "en una carrera como todos los años juntarían a mucha más gente. Lo del tiempo es circunstancial porque lo relevante es lo otro, poder ayudar. Si al final soy el más rápido, siempre es bonito, pero no tiene importancia. Ojalá haya (hoy, último día) sesenta o cien más y me superen, será una buena señal". 
Entre las mujeres, el mejor registro es para Irene Abeleira, mientras que en la prueba de 5 kilómetros, marchan en la primera posición Juan Sicilia y Elena Collazo. Hoy estarán pendientes de no perder esa posición de honor. 
Por su parte, Albergo Bastos ya piensa en el final de año y en poder ayudar a otro evento: "Ahora tengo pensado hacer la Marcha de las 700 camisetas de la Leucemia. Tengo que buscar una semana para ir hasta Pontevedra corriendo y poder completarla, que todos los años la hago". 
Es la alternativa que queda a los corredores de más o menos nivel en casi todos los puntos del planeta tras la desaparición de casi todas las carreras populares debido a la pandemia del coronavirus.  "Desde marzo, que fue el parón, sí que bajé bastante el entrenamiento. Durante el confinamiento hice una parada y, la verdad, lo entendí perfectamente debido a la situación en la que estábamos", relata el atleta vigués. "A partir de junio empecé, pero con menos frecuencia que antes porque no había carreras a la vista. Además, por encima de los cuarenta años no es bueno parar mucho, que después cuesta empezar y también se sube de peso. Pero sí que intento ir unos días por Vigo y también por la zona del campus de As Lagoas", describe. 
Y, en el horizonte, se encuentra el deseo de que "en 2021 se puedan ir celebrando carreras de una manera o de otra y empezar de nuevo. Aunque creo que hasta el próximo verano será complicado organizarlas de forma un poco masiva", concluye Bastos. Si vuelve la Carrera por la Esclerosis múltiple, el corredor estará en la salida.n

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