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Boyé completa el ataque celeste

El argentino Lucas Boyé, nuevo futbolista del Celta, ha jugado la última temporada y media en el Torino.
photo_camera El argentino Lucas Boyé, nuevo futbolista del Celta, ha jugado la última temporada y media en el Torino.

El Celta cerró ayer la cesión con opción de compra del argentino del Torino y el préstamo de Hjulsager al Granada

El Celta cerró ayer la cesión del atacante argentino del Torino Lucas Boyé, que jugará cedido en Vigo hasta final de temporada con una opción de compra que en Italia cifran en 12 millones de euros. Asimismo, el club vigués selló el préstamo de Andrew Hjulsager al Granada, también hasta el término del presente ejercicio. Las dos operaciones se cerraron a escasas horas del final del mercado de invierno, que concluye con un balance de dos altas (Robert Mazan y Boyé) y tres bajas (Guidetti, Iván Villar y Hjulsager) para el Celta.
El club vigués llevaba varios días trabajando en la opción de Lucas Boyé, una de las alternativas que la entidad ha manejado desde el principio para ocupar el lugar dejado por John Guidetti, cedido al Alavés. La negativa inicial del Torino a incluir una opción de compra en la cesión complicó la operación, pero el Celta retomó las negociaciones después de que se frustraran otras posibles operaciones –como la del sevillista Correa o el sueco-iraní Saman Ghoddos– y finalmente ambas partes llegaron a un acuerdo. El interés del propio jugador en vestir de celeste resultó clave, puesto que el Torino manejaba también propuestas de otros equipos italianos como el Sassuolo, el Benevento o el Verona.
Boyé, al que se espera en Vigo en las próximas horas, aumenta las alternativas en ataque de Juan Carlos Unzué, ya que puede actuar como delantero centro, segundo delantero o extremo por cualquiera de las dos bandas. El argentino, que este mes cumplirá 22 años, es un producto de las categorías inferiores de River Plate, club en el que dio el salto al fútbol profesional y que lo cedió a Newell's antes de acordar su traspaso a Torino en verano de 2016.
El curso pasado, en su primera campaña en la Serie A, Boyé disputó 33 partidos entre Liga y Copa en los que marcó tres goles y dio dos asistencias. Esta temporada, en cambio, perdió protagonismo en el equipo de Turín, donde ha compartido vestuario con el vigués Iago Falque. Hasta la fecha sólo había disfrutado de 190 minutos repartidos en 14 partidos –en los que dio un pase de gol–, por lo que buscó una salida en el mercado de enero. Su destino será, finalmente, un Celta en el que tampoco lo tendrá fácil para encontrar su sitio. No en vano, el tridente que conforman Iago Aspas, Maxi Gómez y Pione Sisto ha sido inamovible para Unzué en toda la temporada y en el banquillo espera minutos también Emre Mor, el fichaje más caro del club vigués el pasado verano.
A final de temporada, el Celta tendrá que decidir si ejerce o no una opción de compra por un atacante del que destaca su "gran versatilidad" y su capacidad para jugar en diversas posiciones de ataque. "Diestro, fuerte y con buenas condiciones técnicas, el futbolista gregoriense destaca en especial por su gran potencia física", recalca el club en el comunicado con el que oficializó su incorporación.
En Italia cifran la cesión de Boyé en un millón euros y la opción de compra en 12, cuantía que se antoja excesiva para un Celta que en verano volverá a contar con delanteros como Claudio Beauvue –cedido en el Leganés– o Borja Iglesias –en el Zaragoza– y quizás también con el propio Guidetti, si no se cumplen los parámetros que obligarían al Alavés a hacerse con sus servicios por 4 millones de euros.

Hjulsager, al Granada
La llegada de Lucas Boyé desbloqueó la salida de Andrew Hjulsager en dirección al Granada. El acuerdo se cerró hace días, pero estaba pendiente de la incorporación de un nuevo hombre de ataque  por parte del Celta.
El joven internacional danés era uno de los futbolistas que habían hablado con Unzué sobre su situación antes de la apertura del mercado de enero, junto a Guidetti y Roncaglia. El sueco ya se fue al Alavés y el argentino permanecerá en Vigo, toda vez que se ha ganado la confianza del técnico navarro. Hjulsager, por su parte, jugará hasta final de temporada en el Granada, séptimo clasificado de Segunda División y que aspira a pelear por el ascenso. Ahora mismo tiene los puestos de promoción a un solo punto.
El danés no entraba en los planes de Juan Carlos Unzué, que sólo lo había alineado en cuatro partidos, dos de Liga (15 minutos) y dos de Copa (180 minutos).n

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