CELTA

Aspas tapó todas las deficiencias

Iago Aspas y Okay Yokuslu esperan un centro en el partido del pasado sábado contra el Rayo Vallecano en Balaídos.
photo_camera Iago Aspas y Okay Yokuslu esperan un centro en el partido del pasado sábado contra el Rayo Vallecano en Balaídos.

El talento de Iago Aspas, que regresó de su larga lesión muscular a tiempo para sacar al equipo del descenso, tapó todas las deficiencias acumuladas por el Celta esta temporada y permitió al equipo vigués salvar la categoría a pesar de una mala planificación deportiva, plasmada en la necesidad de contratar hasta tres entrenadores.

Planificación deportiva
Los problemas que han aquejado al Celta esta campaña se fraguaron el pasado verano con una planificación deportiva destinada casi más a hacer negocio –contratar jugadores jóvenes con proyección para venderlos después– que a confeccionar una plantilla de garantías. El club no supo cubrir las salidas de piezas claves de los últimos años, como Jonny, Wass, Sergi Gómez o Tucu Hernández, y dejó algunas posiciones huérfanas –sobre todo el lateral izquierdo, con Juncá como única baza– mientras llenaba A Madroa de centrocampistas y mediapuntas: Okay, Fran Beltrán, Jensen, Boufal y Boudebouz se unieron a Radoja –castigado todo el año sin jugar por no querer renovar–, Lobotka, Brais Méndez, Jozabed y Hjulsager.

Tres entrenadores
Además de confeccionar una plantilla asimétrica, el Celta se equivocó en la elección del entrenador. Fichó a un Antonio Mohamed más cercano a Simeone que a la filosofía de posesión de balón que había caracterizado al equipo en las últimas temporadas y el mexicano duró apenas doce jornadas. Un nuevo volantazo llevó al banquillo celeste al portugués Miguel Cardoso, con ideas más parecidas a las que pretendía el club, pero que no tuvo suerte al coincidir con la lesión de Aspas, y, por último, se recurrió al término medio que supone Fran Escribá.

Fragilidad defensiva
La vocación ofensiva del Celta de los últimos años llevó al equipo a ser también uno de los más goleados de Primera División. La tendencia ha continuado este curso, en el que el equipo celeste se ha convertido en el cuarto que más ha encajado con 62 tantos en contra, sólo superado por los descendidos Huesca y Rayo y por el Levante.

El debate de la portería
Un dato positivo del Celta esta temporada es que, después de varios años de dudas, parece haber resuelto el debate de la portería, en la que Rubén Blanco se ha asentado finalmente. Sin embargo, fue Sergio Álvarez quien inició la temporada como titular por lesión del mosense, que pasó a jugar con la llegada de Miguel Cardoso y acabó haciéndose con el puesto a base de excelentes actuaciones en los peores momentos del equipo.
La dependencia de Iago Aspas
La temporada 2018/19 del Celta tiene un nombre propio incuestionable: Iago Aspas. La lesión del moañés en diciembre repercutió de forma desmesurada en un equipo que llegó a estar en descenso y a cuatro puntos de la permanencia. Por suerte, Aspas regresó a tiempo para asegurar la salvación. n

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