ÁREA METROPOLITANA

Las protectoras viven al límite económico el confinamiento

La protectora de Ponteareas mantiene su actividad y continúa recogiendo animales.
photo_camera La protectora de Ponteareas mantiene su actividad y continúa recogiendo animales.
Biosbardos recibirá ayuda de dos supermercados para poder alimentar a sus 500 animales

 Las protectoras de animales están desbordadas desde el inicio de la alarma sanitaria. A la situación de sobresaturación en laque se encuentran normalmente sus instalaciones, se han sumado las dificultades para los desplazamientos, la llegada de la época de las nuevas camadas y la imposibilidad de organizar mercadillos y eventos para poder financiar su funcionamiento y los cuantiosos gastos veterinarios a los que se enfrentan. 

Una de las situaciones más al límite se vive en Os Biosbardos, que con casi medio millar de animales continúa su actividad“pero sin apenas recursos”, explican desde Ponteareas.
Este podría ser ahora uno de los casos más acuciantes. La protectora lanzó la voz de alarma pidiendo pienso, ya que sus reservas eran para diez días. La respuesta fue inmediata, y dos cadenas de supermercados se disponibilizaron para surtirles de comida. También particulares enviaron donativos, que servirán para cubrir otros gatos sanitarios y de veterinario. 
En Bai sin Pulgas, de Val Miñor, los problemas de abastecimiento “son con los piensos especiales para animales que necesitan seguir una dieta por motivos de salud”, explican. A los demás los alimentan con marcas de gama más baja que lo habitual “pero siempre intentando alimentarlos lo mejor posible”, explican desde la protectora. 
Los motivos que han llevado a que las protectoras pasen por uno de sus peores momentos es el parón de todas las actividades que les permitían financiar el mantenimiento de instalaciones y los gastos derivados del cuidado de los animales. 
Y es que desde que comenzó la alerta sanitaria, se cancelaron los mercadillos en los que habitualmente montaban puesto. También han cerrado bares y establecimientos que servían como puntos de apoyo y en los que muchos dejaban sus donativos, ya fueron económicos como en pienso y material sanitario para las protectoras. 
En el caso de Os Biosbardos el dinero que dejarán de ingresar puede ascender a los 7.500 euros. Una verdadera ruina y que según explican “no sabemos cómo vamos a resolver”. 
Además, recuerdan que los abandonos continúan, aunque aseguran que “no están relacionados con el coronavirus y sí con el fin de la caza y la llegada de las camadas”.Situaciones a las que se suman los casos de atropellos de perros y gatos en las carreteras “que tenemos que seguir atendiendo. Los gastos veterinarios son astronómicos y necesitamos toda la ayuda posible para afrontar estos pagos y el alimento de los cerca de 500 animales que tenemos, tanto en las instalaciones de la protectora como en casa de acogida. Es urgentísimo”, aseguran desde la protectora. 

Sin adopciones
En la protectora de Tui las cosas no son mucho mejores. Desde hace casi dos semanas han suspendido las adopciones de animales“ante la imposibilidad de desplazarnos”. También se han cancelado los paseos dominicales que Aloia llevaba a cabo desde hace un año y que habían tenido una gran repercusión, aumentando tanto las adopciones como el bienestar de sus peludos que podían socializar con otros perros y con los voluntarios en un entorno natural. 
La única actividad que se mantiene pese a todas las medidas restrictivas decretadas por el coronavirus es el mantenimiento de las instalaciones, a las que se desplazan las voluntarias provistas, como sucede en todas ellas, con un certificado de la propia protectora en la que se justifica el motivo del viaje. n

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