El Celta B comenzó ayer a conformar el puzzle de cada temporada. Tras una primera jornada de contacto el pasado lunes, ayer el filial realizó su primer entrenamiento de cara a una campaña en la que militará en la nueva Primera Federación. Lo hizo, como suele suceder a estas alturas de verano, con una amalgama de futbolistas que sólo se parecerá ligeramente a los que tendrá Onésimo Sánchez de cara al inicio de Liga. De entrada, ayer se juntaron 21 futbolistas con alguna notable ausencia como la de Jordan Holsgrove, que dio positivo en Covid-19 en Londres antes de partir hacia Vigo. Por lo tanto, su incorporación todavía se demorará varios días.
Entre los 21 llamados, apenas aparecen cinco nombres que repiten respecto a la plantilla que el pasado curso peleó por el ascenso a Segunda División: el portero Álvaro Fernández, los centrocampistas ofensivos Iker Losada y Raúl Blanco y los delanteros Lautaro de León y Miguel Rodríguez. Con el primer equipo, en Marbella, se encuentran jugadores que, en principio, jugarán en el filial como el portero Brais Rodríguez y los centrocampistas Gabri Veiga y Hugo Sotelo. Allí también está uno de los cuatro fichajes ya oficializados, el portero Gaizka Campos. Los otros tres trabajaron ayer en A Madroa: Carlos Beitia, el retornado Javi Gómez y el último en ser anunciado, Álex Carbonell.
Por lo tanto, entre los jugadores que tuvo ayer Onésimo se encuentran un buen número de juveniles, cuya continuidad en el Celta B se antoja complicada. Se trata de Javier Rodríguez Galiano, David de la Iglesia, Lucas Antañón, Martín Conde, Yoel Lago, Breogán Sío, Tobías Recusa, Darío Martínez -que viene del Xuventude Oroso-, y Javier Rodríguez.
Al frente del proyecto sí se mantiene Onésimo Sánchez. La renovación del técnico pucelano fue una prioridad para el Celta, aunque tuvo que esperar a que el afamado exfutbolista se decidiese a seguir en Vigo. Tras una buena temporada pasada, en la que se logró el objetivo de meterse en la Primera Federación e incluso se peleó por el ascenso, la meta ahora debe ser asentarse en esa nueva tercera categoría del fútbol español. Para conseguirlo, todavía faltan por concretarse del orden de seis o siete fichajes más.
El último oficializado, por cuatro temporadas, es el de Álex Carbonell (Cerdanyola, 1997). Se trata de un mediocentro formado en la cantera del Barcelona y que llegó a debutar con el primer equipo a las órdenes de Luis Enrique Martínez en un duelo copero ante el Hércules. Tiene experiencia en Segunda con el Reus y el Córtdoba y en los dos útimos años jugó en Primera en Holanda y Suiza.
