otros tiempos

Decididamente me puse manos a la obra.
Aunque nunca me había planteado hacerlo, los resultados finales merecieron la pena. Lo primero que hice fue poner esa música evocadora de tiempos pasados, esa que te trasporta a los recuerdos de la niñez. Por aquel entonces las faenas del hogar, nada tenían que ver con la televisión, el móvil, 'la tableta' o el PC. En la cálida habitación, con la música de fondo, se respiraba el perfumado vapor de la ropa recién planchada y colocada con esmero prenda tras prenda. Entretanto, los relatos que se sucedían, procuraban que estas tareas fueran llevaderas por pesadas que resultaran. Planchar, además de relajar, puede conseguir que disfrutes de un viaje al pasado sin tener que hacer la reserva a través de internet.

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