la esencia de la ley wert

El alumnado es el centro y la razón de ser de la educación. El aprendizaje en la escuela debe ir dirigido a formar personas autónomas, críticas, con pensamiento propio. Todos los alumnos y alumnas tienen un sueño, todas las personas jóvenes tienen talento. Nuestras personas y sus talentos son lo más valioso que tenemos como país. Así comienza la famosa Ley Orgánica 8/2013 para la Mejora de la Calidad Educativa, más conocida como LOMCE o Ley Wert, en honor a su insigne promotor.
Como podemos observar sin poner demasiada atención en nuestra lectura, consta de un preámbulo idílico más propio de un discurso propagandístico de cualquier otra época de la etapa de la Historia, pongamos, por ejemplo, una dictadura al azar, el franquismo. Es idílico a la par que utópico, y no carece tampoco de un toque importante de hipocresía, no burguesa, sino vulgar, de la menos elegante que he podido apreciar desde que tengo uso de razón, pues, cómo va a ir dirigido el aprendizaje en la escuela a formar personas autónomas, críticas, con pensamiento propio si una de los aspectos más característicos de esta magnum opus es que Filosofía deja de ser obligatoria en segundo de bachillerato, pasando a ser una optativa al mismo nivel que Religión, siempre tan presente en este nuestro país aconfesional, apostólico y romano. A mí modesto entender, y habiendo cursado bachillerato recientemente, la capacidad crítica de cualquier persona crece con la cantidad de saberes que adquiere a lo largo de su vida, crece con la lectura de los clásicos del pensamiento occidental, con los análisis de sus textos, con el estudio de sus contextos, crece con la Filosofía, señores. La esencia de esta ley creo haberla captado: se trata de conducir a los futuros estudiantes por senderos de falsa gloria llenos de obstáculos de algodón creados en el país de la piruleta, donde con Felipe II no se ponía el sol, y ojalá no se repita, pues, entre nosotros, debo decir que creo haber oído que vuelve a subir la luz.

Te puede interesar
Más en Cartas al director