carta abierta al presidente de puertos de galicia

Apreciado Sr. Don José Durán: Con el mayor respeto y sin ánimo de polemizar, me dirijo a ud. como vecino de este pueblo marinero, por excelencia, como sin duda es Moaña. Cuya industria mayoritaria y visible es hoy, la explotación del mejillón. Y una de las promesas políticas, incumplidas, o mejor dicho a medio empezar.
Es hoy la ampliación del muelle base, 'Da Mosqueira', Centro de acopio y la base de los barcos, que cuidan y dan servicio, a las bateas en la Ría. Que motiva, a remitirle esta Carta Abierta.

Sorprende, que se fabricaron los bloques de concreto, hace ya siete años y siguen hoy durmiendo, el sueño del olvido en dicho lugar, creando malestar generalizado y un posible problema de salubridad en la zona, al convertirse dicho lugar, en refugio de ratones y otras alimañas. Pero lo más preocupante es, el abandono de una obra necesaria y urgente, para el desarrollo industrial y comercial de Moaña.

No se trata de un capricho, es una necesidad urgente. Y espero que así lo consideren tanto Ud. como la Xunta de Galicia. Aparte de lo ya descrito, debo recordarle que, todos los Puertos de Galicia tienen su vigilancia diaria y permanente, que deberían de reportar a sus superiores. Las incidencias, deterioros y abandono que sufren estos. Tal vez no le informaron a Ud. (El deterioro que sufre su firme, en el área central del mismo). Si es así, por favor, mándelo Ud. a revisar y lo comprobará.

conscientes somos, de los momentos difíciles que nuestro país atraviesa, y de los sacrificios compartidos, que cada ciudadano debe aportar para su rescate. Donde crear hoy puestos de trabajo debe ser prioritario, la inversión pública debería y colaborará en lo posible para ello. Y no tratar de confundir al ciudadano, con faraónicas obras, no prioritarias, para el momento. Mientras son aparcadas, las útiles y necesarias, de quienes necesitan trabajar y producir riqueza y con ello bienestar, para sobrevivir en estos tiempos de crisis.

Ojalá y así espero, que su sensibilidad social y política puedan dar sus frutos y Moaña vea realizada una promesa incumplida, hoy convertida en necesidad acuciante. Este es un pueblo agradecido y respetuoso. Pero no olvidadizo.

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