2014, año de la recuperación familiar

Una sociedad alejada de principios morales y éticos. Puede ser todo lo imaginable menos una familia de progreso y bienestar social. Ello solo lo garantiza la fe cristiana con sus principios y valores que marcarán sin duda el rumbo y destino del Mundo democrático y libre en los venideros años. Será fuente de progreso y bienestar económico y social que asombrará al Mundo Libre. Palabras bílbicas de Konrad Adenauer, 1957.
Fue su liderazgo, basado en la fe cristiana que impulsó el social cristianimo a finales de los cincuenta para competir con la social democracia, invento parapeto del comunismo que exhibían luego del asegunda guerra mundial y como referente absurda, la Cuba de los 60. Y fue Konrad Adenauer y su Alemania natal, donde instaló su base de operaciones, que no dudó en extender al mundo, basada en el trabajo, honestidad y solidaridad cristiana, hoy sesenta años después, se cumple su profecía. Es ejemplo político de tolerancia, trabajo y convivencia social, para construir la Paz y el progreso. Que Alemania ofrece como ejemplo al mundo libre.

Quizás sería oportuno que el PP, que basó su inspiración fundacional en estas bases ideológicas, regresará a las mismas sin atajos ni complejos. Influidos en su totalidad por desviaciones injustificadas de algunos líderes infiltrados y protegidos, que hoy perjudican y hacen causa común con aquel 'Relativismo inmoral de izquierdas', alejándonos del Centro Derecha que, en su día, nuestros fundadores hicieron suyo para a grandeza e historia del PP.

Hoy, a finales del 2013, e iniciando el 2014, es la primera fuerza política del País y son ya muchos, los retos presentes que deberá resolver. El más importante, la economía del País y la paz ciudadana. Basado en sus postulados ideológicos, que hizo suyos la ciudadanía, al darle la mayoría absoluta. Que lo compromete, a cumplir sus promesas electorales, ya iniciadas, con sacar de la UVI, la maltrecha Economía. La reforma Educativa, el Aborto, o la Seguridad Ciudadana. Pero faltan algo importante, la reforma de la Administración pública y las Comunidades Autonómicas. Estas últimas hoy amenazando ya, la integridad de la Nación. Que unido al suma y sigue de las políticas antiterroristas, dejadas por Zapatero y donde las víctimas pasan al olvido y los verdugos a su casa. Trastocan peligrosamente lo social y nuestra razón del ser político. Creando ya divergencias internas y externas peligrosas. Que solo atajarían un Congreso extraordinario del partido, lo que exigen hoy muchos de nuestros líderes: José María Aznar, Alejo Vidal Cuadras, Jaime Mayor Oreja , María San Gil, R. Otaola, Abascal, José M. Lares, Nerea Anzola Iturgaiz, Esperanza Aguirre, Monago y otros que escapan a mi memoria. O los que se ocultan en la cobardía anónima de la que hacen coro sin importarle el destino incierto que nos espera. Ocultar este malestar no sería prudente y sólo ayudaría a quienes ya infectaron nuestro partido de mediocridad y mercantilismo absurdo, convirtiéndolo en una sociedad de cómplices. Es precisamente lo que estamos pagando hoy. El retorno a nuestras raíces morales y cristianas nos permitirán recuperar lo que hoy está en peligro. La unidad familiar, interna y externa. La que nuestros fundadores exhibieron como indispensable guía para el progreso y bienestar de la Nación Española. El obviarlo, sería una traición o un suicidio colectivo, en nuestras filas y de muy difícil asimilación en la ciudadanía.

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