En apenas doce horas, la Guardia Civil identificó y detuvo a la autora del incendio y destrucción de 21 coches en Tui. La jueza acordó hoy el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para la detenida. La mujer está investigada por un presunto delito de daños con riesgo para personas o, alternativamente, destrozos. La detenida no pasó hoy finalmente a disposición el Juzgado de guardia, si no que lo hizo ante el juzgado que estaba de guardia en el momento de los hechos (Instrucción número 3 de Tui).
El fuego también afectó a varios muros, los portones de madera de dos edificios, cristales de ventanas y al empedrado histórico de las calles, completamente quemado en algunos puntos. Un acto vandálico que podría tener como origen desavenencias con otra familia de la zona y que transformó la madrugada del lunes en un infierno de terror e incertidumbre para muchos vecinos del Casco Histórico. La mujer, de 51 años, fue reconocida en una cámara de seguridad pese a llevar cubierta la cabeza con un pasamontañas. La detenida reconoció ser la autora de incendiar los vehículos, por lo que pasará hoy a disposición judicial del juzgado de Tui acusada de un delito de daños continuados.
Las cámaras de seguridad que salpican la ciudad fueron decisivas en el esclarecimiento de la autoría. Uno de los puntos donde fueron grabados los hechos fue en la Plaza de la Armada Española, donde ardieron 7 vehículos estacionados en batería a pocos metros de una de las instalaciones de la Comandancia del Miño donde se encuentra una de las cámaras de vigilancia que fueron revisadas por los agentes.
La rápida detención de la que al parecer fue la única autora de los incendios llevó la calma a los vecinos de la parte histórica de Tui, que en la mañana de ayer se preguntaban preocupados ¿dónde voy a aparcar después de lo que ha sucedido sin saber si puede repetirse lo mismo", aseguraba una mujer que vivía a pocos metros de uno de los focos. Ya por la tarde, algunos recoocían que la detenida y sus familiares mantenían desavenencias con otra familia, aunque nunca pudieron pensar que llegase a estos extremos.
Los hechos tuvieron lugar entre las 3.30 y las 4 horas de la madrugada de ayer lunes. Una hora en la que el Casco Histórico, y toda la ciudad, apenas registra actividad y en la que las calles están desiertas. Todo parece indicar que la ahora detenida habría actuado sola y realizado un peculiar recorrido por las calles del centro histórico tudense en el que dejó un rastro de fuego y destrucción que afectó a un total de 21 coches aparcados en la calle que quedaron completamente calcinados y que afectó con diferentes daños materiales a otros seis.
Los focos crearon un circuito que pasaba por Calvo Sotelo, Ordóñez, Bispo Lago, Plaza de la Armada Española, Tide y Piñeiro a lo largo del que se encontraban los diferentes focos. Los primeros en intentar apagar los incendios fueron los propios vecinos, que alertados por el ruido de las llamas y las explosiones de los depósitos de combustible y de las baterías se lanzaron a la calle para intentar apagar las llamas. Los voluntarios de Protección Civil fueron los siguientes en llegar y fueron los que se encargaron de retirar los coches que no estaban afectados para evitar que fueran alcanzados y lo que ya era un desastre sin precedentes se convirtiese en una tragedia.
Poco tiempo después llegaban los bomberos de O Porriño, que se encontraron un escenario dantesco y con obras que ralentizaron su entrada en la zona afectada. El objetivo principal fue “bajar la intensidad de los focos y pedir refuerzos a los bomberos de Valença, ya que muchos de esos coches estaban aparcados junto a edificios y toda la zona es de estructuras de madera y podría haber sido una tragedia”. Además, apuntaron a la voracidad de las llamas y al gran número de coches afectados.
