Opinión

Votar

En ocasiones los legisladores realizan reformas legales que empeoran el problema que pretenden resolver. Eso ocurrió con el establecimiento del voto rogado para los españoles residentes en el extranjero, después de que se airearan irregularidades y sospechas sobre el voto de los inscritos en el Censo de Españoles Residentes Ausentes (CERA), por las campañas electorales que se realizaban en distintos países por distintos partidos. La consecuencia de la reforma fue que la mayor parte de estos españoles, emigrantes económicos la mayor parte de ellos, se han quedado sin votar porque las papeletas que tenían que solicitar no llegaban a tiempo. Han sido ciudadanos de segunda que no han podido elegir a sus representantes, lo que provocaba que hasta dieran envidia las votaciones que se producen en España cuando hay elecciones en países latinoamericanos, con sus colas delante de las urnas. Once años después la ley va a volver a cambiar y la democracia española será un poco más plena. 

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