El alivio no ha llegado desde el Gobierno de coalición, ni tan siquiera desde el Congreso y mucho menos desde los gobiernos autonómicos o los partidos políticos. El alivio ha venido desde Alemania, desde el congreso telemático de la CDU, con la elección de Armin Leschet como nuevo líder de los democratacristianos alemanes y posible, solo posible, candidato a sustituir a Angela Merkel como candidata de su partido en las elecciones de septiembre. El nuevo líder de los conservadores alemanes era el preferido de los líderes del partido y tenía como credenciales ser el primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, y ser el candidato centrista y continuista con la política de Merkel. O sea, que bien para España, un respiro, porque otras opciones como la de Friedrich Merz, habría sido peor para nuestro país, dada sus tendencias austericidas y que cualquier paso atrás en la reconversión de Merkel a la generosidad pospandémica tendría consecuencias nefastas para la Unión Europea.
