Opinión

Competencia

Entre cero euros de coste y 230 millones de pérdidas hay un abismo. Que se lo pregunten a los valencianos que acaban de terminar de pagar las facturas de la Fórmula-1 en Valencia. En Madrid también costará cero euros su organización durante diez años, dejará 450 millones de euros anuales de beneficio y creará diez mil puestos de trabajo directos cada vez que los bólidos corran por el circuito urbano de la capital. No hay que ser agoreros sin ningún motivo y pensar que se va a tropezar dos veces en la misma piedra, aunque no está de más ser precavidos. Entre tanto en Barcelona negocian para no perder la carrera que se celebra en Montmeló.  Los gobernantes madrileños intentan hacer luz de gas a la Ciudad Condal y si pudieran pujarían también por la celebración de la Copa del América, los F-1 del mar que van a deslizarse por las aguas barcelonesas. Por mucho que lo intente, el aprendiz de río que es el Manzanares, no es competencia.

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