Me ha causado muy buena impresión lo que ha hecho el Presidente de los Estados Unidos de América para defender la intervención militar de su País en Siria. Él piensa que eso lo mejor que se puede hacer, pero la mayoría de los estadounidenses no comparte su postura (yo tampoco). Y Obama ha iniciado una ofensiva para tratar de influir en las ideas y en el ánimo de los Congresistas y de sus conciudadanos. Y entre otras cosas se ha lanzado a una campaña en los medios de comunicación: el lunes pasado concedió seis entrevistas que fueron promocionadas y emitidas en horas de máxima audiencia en las principales cadenas de televisión de todo el país.
Nada que ver con lo que hace (o no hace) el Presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, que no tiene lo que hay que tener para afrontar el problema de Catalunya, y sigue en su línea de no dar la cara, no aceptar preguntas, no responder a lo que se le pregunta, mentir, salir por la puerta de atrás, convocar una rueda de prensa y aparecer en una pantalla de plasma, o apelar a la mayoría silenciosa.
Los catalanes creen que España es un proyecto fracasado, en el que no vale la pena participar; piensan además que los demás españoles les robamos lo que ellos producen con su esfuerzo. Mi opinión es que el problema de Cataluña se llama Rajoy, Zapatero, Aznar, González y Borbón. Hacen falta nuevos líderes que estén convencidos de que la unión de todos los españoles nos beneficia a todos como Nación, que tenemos una gran Historia común que nos une mucho más de lo que nos separa (y que hay que curar las heridas producidas por tantos años de manipulación nacionalista), y que no es progresista crear más fronteras territoriales ni lingüísticas: el egoísmo insolidario de Catalunya acabará cayendo en la xenofobia (ya da muestras de ello) y pidiendo la independencia de la ciudad de Barcelona, porque las zonas rurales de Cataluña se llevarán recursos producidos en esa capital?. Hace falta que aparezcan nuevos políticos estadistas, que se lo expliquen a catalanes independentistas y a los demás.
Si Rajoy no es capaz de hacer la mitad de lo que hace Obama lo mejor que puede hacer es irse para no seguir haciendo daño a los españoles, incluidos por supuesto todos los catalanes.
