Opinión

Guía de la buena esposa

El Estado Islámico, a través de su Fundación Zora, su rama de comunicación pública y propaganda, acaba de editar la guía de la buena esposa yihadista, encaminada a clarificar la labor de la mujer combatiente en bien del Islam y de la causa.
La guía en cuestión, se refiere principalmente a las labores culinarias y de cuidados que la mujer debe ofrecer al guerrero muyahidín para potenciar su fortaleza y su aptitud para el combate, entre las que figura “como hacer una comida simple para yihadistas en el campo de batalla” o “un rápido aperitivo para el hambre moderada”.
En España, en 1953, la Iglesia católica, en estrecha colaboración con la sección femenina de la Falange Española Tradicionalista (FET) y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS), editaba, acompañada de ilustraciones sobre el particular, la “Guía de la buena esposa”, cuyo contenido era el siguiente:
"1. Ten lista la cena. Prepara su plato favorito. La mayoría de los hombres están hambrientos cuando llegan a casa.
2. Luce hermosa. Descansa unos 5 minutos antes de su llegada, para que te encuentre fresca y reluciente.
3. Se dulce e interesante. Una de tus obligaciones es distraerlo.
4. Arregla tu casa. Debe lucir impecable. Haz una última ronda por las principales áreas de la casa, justo antes de que llegue tu marido.
5. Hazlo sentir en el paraíso. En los días fríos debes preparar la chimenea antes de su llegada.
6. Prepara a los niños. Son sus pequeños tesoros y él los querrá ver relucientes.
7. Minimiza el ruido. A la hora de su llegada apaga la lavadora, secadora y aspirador, e intenta que los niños estén callados.
8. Procura verte feliz. Regálale una gran sonrisa y muestra sinceridad en tu deseo de complacerle.
9. Escúchalo. Déjalo hablar antes, recuerda que sus temas son más importantes que los tuyos.
10. Ponte en sus zapatos. No te quejes si llega tarde, si va a divertirse sin ti, o si no llega en toda la noche. Trata de entender su mundo de compromisos.
11. No te quejes. No le satures con problemas intrascendentes. Cualquier problema tuyo es un pequeño detalle, comparado con los que él tuvo que pasar.
¡Extra! Hazlo sentir a sus anchas. Deja que se acomode en su sillón o se recueste en la habitación. Ten una bebida caliente para él. Arregla su almohada, ofrece quitarle los zapatos y habla con voz suave y placentera".
Que el sempiterno enemigo de la mujer a lo largo de los siglos, no ha sido el hombre sin más, sino el hombre como resultado de un dominio religioso aplastante, es meridianamente evidente. Las tres regiones monoteístas de nuestro entorno, ya sean el judaísmo, cristianismo y el Islam, están plagadas de menosprecio hacia la mujer, de mandatos de sometimiento hacia el hombre, de ninguneo en los círculos dominantes y de insultos a su dignidad e inteligencia.
En cuanto al judaísmo, el Pentateuco está lleno de verdaderas barbaridades hacia la mujer, algo menos en el Corán para los musulmanes y menos en el credo cristiano referido a los evangelios, aunque muy discriminante en todos los textos referidos. Pero no es en los textos donde se encuentran los mayores dislates, sino en las interpretaciones llevadas a cabo por sus sumos sacerdotes, tanto de unos como de otros, personajes, generalmente crueles y reprimidos, que han ido cambiando a peor cualquier mensaje que hiciese referencia a la mujer, inventándose “mandatos divinos” inexistentes en texto alguno, ajenos a cualquier reflexión religiosa de fondo, siendo ahí donde el cristianismo, y sobre todo el Islam, han cargado más las tintas, principalmente los radicales islamistas, hoy fanatizados en extremo y en expansión en determinadas zonas del planeta, cuando el Corán (confieso haberlo leído), en cuanto a la consideración para con la mujer, no es tan extremo como nos quieren hacer creer.
En nuestro primer mundo, la mujer, aun con el hándicap de los estertores de las lacras apuntadas, ha hecho ya su revolución (flecos aparte), pero aún son mayoría las mujeres sometidas por sociedades en las que los fanatismos religiosos sostienen intolerancias que es preciso erradicar cuanto antes, así la revolución pendiente del siglo XXI es el despertar de la mujer en Africa, en buena parte de América del Sur, en la India, en los países islámicos, en parte de China e Indochina, etc. y ello pasa, inevitablemente, por profundas modificaciones en todas las religiones que aun se practican en el mundo, en erradicar sus intolerancias, y en independizarlas, absolutamente, de cualquier tipo de poder político. 

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