Opinión

Del Sheffield a este domingo

Quien podría pensar hace un siglo y pico que aquella manifestación al aire libre importada de Inglaterra en la que dos docenas de chiflados sudaban sin tregua persiguiendo un pelotón en ropa interior, acabaría convirtiéndose en una de las pasiones más hondamente populares y más extensamente compartidas por el género humano. Y puestos a elucubrar, a quien podría ocurrírsele que acabaría siendo dominada por los habitantes de países entonces inexplorados, algunos todavía colonias, y casi todos en estado de menester hasta que alguien se decidió a probar para lo que valía la sustancia embolsada en su subsuelo producto de la degradación orgánica almacenada allí de varios milenios. Claro que, por entonces no existía Luca Modric, y salvo algún visionario habitante de una aldea escocesa inmediatamente tomado por loco de atar, ningún temprano aficionado a aquel juego campestre cuyo nombre dimos en castellanizar llamándolo fútbol con acento en la U, -y los catalanes llamaron lo mismo pero variando la entonación para dar a valer el factor diferencial que los singulariza- nadie creyó que se pudieran hacer juegos tan bellos con aquella bola de cuero cosido. Las cosas como son, entre el Sheffield Wednesday fundado en los albores de 1867 y el trallazo con efecto del Bernabéu no solo hay 157años de diferencia,  sino una evolución incontenible y vertiginosa que ha convertido el llamado juego de caballeros –practicado por villanos según algunas fuentes- en una tan poderosa referencia que pocos espectáculos puede compararse sobre todo si hay practicantes que lo juegan con tanto virtuosismo y meten golazos como el que consiguió Modric contra el Sevilla.

El PSOE, por ejemplo, tiene doce años menos que el Sheffield Wednesday –se fundó en la taberna Labra de Madrid el 2 de mayo de 1879 y sus primeros socios eligieron reunirse ese día porque en la capital era fiesta- y ha evolucionado mucho, pero lo que son las cosas, no siempre bien. Por ejemplo, no ha sabido nunca meterle mano de verdad a la corrupción en la que han ido cayendo muchos de sus responsables. Y se ha ido pringando a cada salto del tiempo hasta hoy que está de nuevo en ello. Al mismo tiempo que Modric la enchufaba en el verde, Sánchez ordenaba el aislamiento de Ábalos por la vía de urgencia. Ábalos es hoy más dañino que la bilirrubina.

Te puede interesar