Opinión

Timo AVE

El AVE -el Talgo Avril- que comenzará a circular en mayo solo reducirá en 17 minutos el viaje que realizan en la actualidad los trenes Alvia, es decir, que se llegaría a Madrid de Urzaiz en cuatro horas, lo que está muy lejos de la alta velocidad. La explicación a tan escasa renta estaría en las obras que se van a realizar en la terminal madrileña que durarán hasta agosto. Y a partir de entonces se supone que el recorrido se colocaría en tres horas y 35 minutos, todavía lejos de las tres horas y 20, y más aún de las tres justas, prometidas y comprometidas ya por este mismo Gobierno, con paseo por Santiago incluido. Es probable que finalmente así sea, pero yo no me fiaría. Sobre el AVE se llevan diciendo muchas cosas desde hace 20 años, casi todas falsas. 

La mayor de todas, que el trazado se iba a realizar desde Vigo a través de la variante de Cerdedo. Otra, que nunca se obligaría cientos de miles de usuarios a saludar al Apóstol. Ya sabemos que no es cierto lo segundo y estoy dispuesto a apostar lo que sea con quien quiera a que tampoco va a pasar lo primero y por motivos bien conocidos: supondría una inversión de 2.300 millones para un ahorro de media hora. La prueba de que no se va a hacer es el envoltorio administrativo que todos los gobiernos han seguido para alargar el asunto mientras se iba consumando el viaje del AVE por Santiago, como van a poder comprobar los viajeros que se suban al Avril de no alta velocidad. Parafraseando a Churchill sobre el pacto de Chamberlain, “tendremos recorrido por Santiago y no habrá Cerdedo”.

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