Opinión

Asuntos comerciales

Es casi imposible, o imposible del todo, que el ayuntamiento venda Balaídos a Carlos Mouriño o al Celta, que por ahora es lo mismo. Hay muchos motivos para oponerse a una operación apenas esbozada, comenzando por que supondría una pérdida de patrimonio municipal, pero también los hay para ir adelante y abrir  un debate ciudadano que permitiera un concurso abierto, plazos y una tasación sobre la estimación del precio del estadio. Para Vigo, dicha opción permitiría anclar al Celta en la ciudad porque el futuro puede ser cualquier cosa, y para los aficionados no supondría ningún cambio, como no lo hay en el Real Madrid, propietario de su campo. El ayuntamiento, dejaría de tener que gastar millones en una instalación que no usa y al contrario, ingresaría unos millones que podrían ir destinado a una actuación concreta. Pero ya digo que nada de esto va a pasar: Mouriño probablemente quería lavar su imagen de vendedor del club al capital chino o catarí con un lucro monstruoso cambiando el foco de la venta hacia el Concello y el estadio. Y en parte lo ha conseguido. Así que Balaídos seguirá siendo municipal, pero el Celta cambiará de manos, probablemente asiáticas, lo que exigirá una modificación de las relaciones con los nuevos propietarios: se acabó el estadio gratis por celtismo, eso seguro.
Un Balaídos propiedad del Celta sería también un lugar comercial, como lo va a ser el Bernabéu y ya lo son los estadios más modernos de Europa, aunque habría que contar con PSA, un vecino muy quisquilloso, como ya en otras ocasiones anteriores demostró.
En todo caso, parece abrirse una nueva etapa comercial tras un largo parón. Es una buena noticia. Coincidiendo con las novedades que llegaban desde el club celeste y de sus propósitos empresariales, el Ministerio de Fomento anunciaba que en esta tercera ocasión ha habido una compañía dispuesta a desarrollar el centro Vialia, que sería al mismo tiempo la estación diseñada por Thom Mayne y, sobre todo, un complejo comercial de tamaño medio. 
Y mientras tanto, sigue pendiente el desarrollo de Porto Cabral. Recordemos: había un planeamiento a la medida, los vecinos-comuneros están ahora a favor tras haber refrendado a su directiva y la sociedad promotora mantiene su apuesta por invertir 500 millones, crear 2.500 puestos de trabajo directos y un atractivo imán de ocio por el que podrían pasar al año más de 10 millones de visitantes. ¿Entonces? Continuará…
 

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