Opinión

Talento gallego

Desde hace décadas soy un forofo de la música clásica. Recuerdo que tenía 5 años cuando escuche por primera vez, creo que en la radio a una grabación de la Polonesa de Chopin y le dije a mi padre que quería aprender a tocar el piano. Bueno, ya se imaginan la respuesta de un escocés tacaño, aunque no lo interpreten mal ya que, como hijo único quería mucho a mis padres. Creo, sin ánimo de presumir que no hay obra de los ilustres compositores/as más famosos que no me conozco además de la mayoría de los intérpretes/as internacionales tanto de antaño como los actuales. 
Ya he escrito varias opiniones en este periódico sobre la música española con una especial referencia por excelencia a Alicia de Larrocha (QEPD) la mejor intérprete de las obras maestras de Isaac Albéniz, Manuel de Falla, Enrique Granados, Joaquín Rodrigo y Joaquín Turina. Pero a lo que voy. Por ser geriátrico y jubilado, conservo una colección de música clásica comenzando con un armario lleno de discos de vinilo de 33 RPM, casetes, CD y ahora unos cuantos USB. Además, tengo encendido la radio, permanentemente sintonizado en RNE Clásico, que, por cierto, tiene mucho que desear ya que la mayor parte del tiempo los locutores/as ‘falan y falan’, sospecho que repitiendo información obtenida de Wikipedia. Rara vez, por culpa de los horarios suelen presentar una sinfonía u concierto en su totalidad. Pero hablemos no solo de la música, más bien de los intérpretes. Como suele ocurrir con cualquier otra profesión siempre relucen los verdaderos talentos dedicados particularmente a un compositor o incluso una obra en concreto. Veamos algunos ejemplos. 
Entre los tenores siempre recordaremos al famoso trío de Plácido Domingo, Luciano Pavarotti y José Carreras, pero mucho antes otro llamado Enrico Caruso. Aun hoy, su voz es de lo más sublime. Siguiendo. con las óperas nunca nos olvidemos de María Calas, la diva griega que causó furor al ponerle los cuernos a su marido y convertirse en la querida del magnate griego, Aristóteles Onassis. Pasemos de los vocalistas a los músicos/as recordando nuevamente a Alicia de Larrocha para resaltar a los que eran considerados virtuosos máximos en ciertas piezas de la música clásica. Entre compositores/as y especialidades hay un popurrí de personajes, pero en este caso resaltaré una obra en especial, el concierto de piano nº 5, mi bemol mayor, op 73 de Ludvig van Beethoven, conocido como el ‘Emperador’. El pianista recordado en la historia como el mejor interprete – incluido los 5 conciertos de Beethoven - era el chileno Claudio Arrau. Además de ser una de mis obras preferidas tuve el placer de asistir a un concierto en Londres en los años 70 ofrecido por este interprete. Desde su fallecimiento, este famoso concierto ha sido interpretado por cientos, quizás miles de otros pianistas en el mundo. 
Pero cual fue mi sorpresa y alegría un día, navegando por YouTube que descubrí a una, en este caso nada menos que pianista gallega. Se llama Rosalía Gómez Lasheras, nacida en Santiago de Compostela en 1994. Empezó a estudiar piano a los 5 años y amplió sus conocimientos en el Conservatorio Profesional de Santiago donde remató sus estudios profesionales en 2011 con un Premio Extraordinario. 
Ese mismo año se trasladó a Holanda para realizar estudios superiores en el Conservatorio de Utrecht con el profesor estadounidense Alan Weiss. Su currículo habla por sí solo. Pero vayamos al grano. Volviendo a YouTube, vi como interpretaba con la Filarmónica de Duisburgo (Alemania) precisamente la 5ª de Beethoven. ¡Extraordinario! Se ve la energía, la juventud, la alegría y desde luego a una brillante pianista contemporánea. ¡Y es de la tierra!

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