Opinión

Canto a la humanización

Un hombre tan respetable y sesudo como Josep Antonio Duran i Lleida choca profundamente con la cotidianeidad cuando la causa mediática le sustrae de su hábitat natural constituido por un envoltorio de profunda conciencia política aderezada con el acento de su tierra que le caracteriza, y le muestra tocando con notable acierto la batería. Ahí es nada, el diputado bisagra en el que los dos partidos mayoritarios han depositado los caudales de sus esperanzas para incorporar Cataluña al proyecto de reconstrucción de la nueva España plural pero España al fin y al cabo, convertido en Ringo Starr. Personalmente considero que el país habría sido estremecido por un verdadero terremoto político si al hierático y místico Francesc Cambó en el que muchos creen ver el modelo en el que puede inspirarse Durán si Mas le deja, me lo hubiera colocado la prensa de entonces bailando claque con un canotié de paja y un bastón flexible en la mano derecha. Un hombre tan serio como don Francesc haciendo el indio hubiera resultado, en pleno reinado de Alfonso XIII, una cosa completamente inadmisible y ridícula

Por fortuna, los tiempos han cambiado y a nadie le asusta ya un brindis a la normalidad e incluso hacia la locura de cualquier personaje público por grave que éste sea. Ya nadie se descompone con una ministra en bikini, e incluso la futura reina de España ha posado premeditadamente o no de este modo, así que, humanizar a las figuras más preclaras del país es una ocupación muy razonable sobre todo si, como ocurre en estos momentos, estamos en plena campaña electoral y el público está deseando saber si los que aspiran a representarnos son de la misma pasta que sufrido pueblo. Durán i Lleida tocando la batería es un excelente reclamo siempre que este señor del Alto Aragón y acendrado catalanismo no se quede ahí y sea capaz de gestionar los recursos con el tino suficiente para que todos los que lo deseen se puedan comprar una Lujosa Ludwig y tengan humor, calidad de vida y serenidad para tocarla y disfrutar de ella. Y si a Feijóo la ha saltado al paso una comisión del sufrido cochino jabalí para expresar sus reivindicaciones, Durán puede ser asaltado por fans extasiadas solicitando que se marque un solo al más puro estilo de Gene Krupa.

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