Bouzas no tendría sentido sin Vigo ni al revés. Si la fusión –forzada, para qué negarlo- no se hubiera producido ahora habría dos municipios pegados sin solución de continuidad ni beneficios. No habría universidad, el puerto sería probablemente inferior y ni hablar de aeropuerto, alta velocidad y servicios administrativos y judiciales. Ocurre en Ferrol: la ciudad cuenta con apenas 70.000 habitantes, pero a su lado se encuentra Narón, con casi 50.000, conformando un núcleo conectado pero desunido. Con 120.000 vecinos, Ferrol sería el tercer municipio de Galicia y la historia iría por otro camino. Al frente de Ferrol hay curiosamente ahora un vigués, y no es el primero en este siglo…
En Bouzas se encuentra la terminal de transbordadores de la Autoridad Portuaria de Vigo, la mayoría de los astilleros y la sede central del Consorcio Zona Franca Vigo. En su antiguo ayuntamiento se encuentran Coia y las playas desde Alcabre hasta O Vao. Todo ello formaría hoy parte de otro municipio distinto, pero la historia sonrió a Vigo. Y también a Bouzas, que continúa siendo una villa de fuerte personalidad, muy querida y donde se vive bastante bien. Mejor que en el centro urbano vigués.
