Opinión

POBRE PSOE

No contento, al parecer, con haber convertido el Concello de Vigo en una especie de finca privada -el Rancho la Alcaldía- Abel Caballero amenaza con extender su modelo al conjunto del PSOE. Ayer no cabía en sí de gozo, autoerigiéndose como la alternativa socialista en España desde el municipalismo que ha abrazado como su gran gurú. En realidad, le gustaría ser el nuevo Paco Vázquez, quien ha sido y es su modelo desde que el exalcalde coruñés era secretario general del PSdeG-PSOE y el ahora regidor vigués oficiaba de presidente, con voz pero sin capacidad ejecutiva ni territorio propio. Claro que entonces jugaba a ser presidente de la Xunta, logrando el peor resultado de la historia para el puño y la rosa.

Caballero, lo dice él, trata ahora de utilizar su posición en Vigo para hacerse oír en el congreso federal y tener mucho que ver en la elección del próximo secretario del PSOE. Aunque para ello tenga que pone en marcha un pucherazo de libro al dar 150 altas y dirigir así la asamblea viguesa para conseguir aplastar a la minoría y lograr un buen puñado de delegados fieles. Este es el estilo que quiere exportar Caballero al resto de España. Mientras la militancia pide regeneración, ideas y un baño de ética, el alcalde de Vigo sigue a lo suyo, a insistir en las posibilidades del modelo de raíz caciquil donde todo vale con tal de ganar. Ya sabe el alcalde de Toledo, socio en la aventura, con quien se la va a jugar. Pobre PSOE.

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