Opinión

o marisquiño, un éxito

O Marisquiño se ha convertido en la gran estrella del verano vigués. La única estrella, diría, tras la supresión a lo largo de los años de festivales que gozaban de cierto tirón, como Para Vigo me Voy, o el  aéreo o la reducción de los conciertos de Castrelos, en este caso por explicables motivos de contención económica municipal. Los tiempos de los excesos han pasado a la Historia, quizá de forma definitiva. 
La idea del Marisquiño nació hace 14 años por un grupo convencido de que el skate podría convertirse en un imán irresistible. Sorprendentemente no sólo se ha consolidado sino que ha crecido de forma espectacular. Nadie habría dado un duro cuando se puso en marcha en O Berbés de forma singular y con un nombre que nada tiene que ver con su contenido. Este pasado fin de semana, con un verano propio de Glasgow, Vigo tuvo su mejor momento con miles de personas llenando las calles y los hoteles. En definitiva, un éxito cuyo mayor enemigo sería morir de él.
Vigo necesita más éxitos como O Marisquiño, pero nadie dijo que será fácil. Gijón tardó mucho tiempo en conseguir una señal de identidad como su Semana Negra. La ciudad lo ha intentado con una Semana Grande que no ha cuajado y con otras propuestas que no han terminado de fraguar o que fueron abandonadas al cabo de  dos o tres ediciones. La falta de continuidad, probablemente por cambios políticos en el Concello o desequilibrios económicos han resultado letales. Mientras, O Marisquiño anuncia que en 2015 seguirá reinando en Vigo con una copa del mundo. Una buena noticia para un mal verano.

Te puede interesar