Opinión

Ciudad jacobea

Aunque no lo parezca, Vigo se ha convertido en una ciudad jacobea a todos los efectos, un punto oficial del Camino de Santiago Portugués por la Costa, el último en incorporarse a la lista gracias a la tenacidad de Amigos de los Pazos, que no pararon hasta conseguirlo. Lo que ahora resulta una curiosidad pronto lo será bastante menos, cuando sea habitual el paso de peregrinos. Aunque son libres de transitar la ciudad por donde guste, todos ellos agradecerán que se señalizara la ruta para no acabar perdidos en cualquier punto. También están de acuerdo en otras dos cosas más: que se trata del Camino más bonito, el único entre todos los trazados que bordea el litoral, y que haría falta abrir un albergue en el casco histórico vigués donde poder pernoctar a precio reducido. Hay uno hermoso y  muy concurrido en Redondela, la Casa da Torre, que ha ganado peso al convertirse en el punto donde confluyen el Camino Portugués del interior, que llega desde Tui, con el sendero que cruza el Miño y avanza pegado al mar dejando primero a un lado el Tecla, y luego el monasterio de Santa María de Oia -aún una ruina- el faro de Cabo Silleiro y la fortaleza de Monte Real en Baiona antes de entrar en la Ría de Vigo y seguir hacia el Obradoiro. 

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