Cartas al director

las casas que tenemos

n  n  n Casa, o cómo volver al mismo lugar cada día cuando el sol va atenuando su paisaje de luz para despedirse hasta el próximo día. La casa de todos los días. Todos tenemos una casa.
Hay casas que hasta tienen nombre y número. Hay casas que tienen forma humana, forma animal o forma metafísica. Casas para cada tipo de persona, con sus necesidades y su historia, sus cicatrices y páginas en el diario. Para cada tipo de manía y peculiaridad. Casas meticulosas y elegantes, y casas de libre expresión. Pero casas cómodas. Donde sentirse-como-en casa.
En casa podemos descalzarnos, vestirnos con atuendo de no impresionar. Podemos comer con la boca abierta, hablar en alto. Bailar sobre los azulejos de la cocina. Podemos expresarnos con todo tipo de técnicas del lenguaje, más o menos lúdicas; porque es casa allí donde somos felices y libres. Y cómodos. Y seguros.
El pasado 19 de septiembre en México sucedió una tragedia. Y ahora centenares de personas ya no tienen casa. De ningún tipo. Sus corazones han sido desahuciados.  El pasado 19 de septiembre ha sonado el timbre de nuestras casas. Abramos la puerta. Visibilicemos la catástrofe. Es cuestión de solidaridad.