Cartas al director

Crítica a las cafeterías 24-H

n  n  n Como es habitual, de nuevo nos encontramos en la ciudad de Vigo con las pilas cargadas después del Día de la Madre para tratar de exponer de manera breve y concisa diversos puntos de interés general, máxime cuando en la ciudad se espera un aluvión de visitantes que nos animan el espíritu con su presencia y nos dejan suculentos beneficios.
1.- Echando la vista atrás, no se recuerdan en la ciudad olívica unas expectativas de crecimiento, así lo indican los datos macroeconómicos, como en la actualidad de cara al sector turístico de restauración, hoteles y cafeterías y como es normal, se dan unas oportunidades laborales muy precarias que se basan en la estacionalidad del sector, así como una muy baja cualificación laboral. 
2.- Si haceos caso a las estadísticas, el sesgo es a mayor beneficio empresarial, los derechos de los trabajadores son menores así como también destaca una mermada atención al cliente y nulo conocimiento de idiomas. Aparte de esto, la situación me recuerda a la película “Perros de paja”, que aún seguimos por aquí con el provincianismo, la venganza y el matonismo ¿Es así la buena imagen que queremos dar a los visitantes? Espero que no, que tenemos mucho que mejorar sobre todo en comunicación no verbal, así como en la detección de mentiras, así como en el nivel de renta de los trabajadores, sufriendo en sus carnes jornadas maratonianas un día sí y otro también. Y no sintiéndose valorados los asalariados, mejorar para crecer generando empleo cualificado, que realmente es lo que importa, así como ganar dinero.
3.-  Desde aquí, desde estas letras, ruego a la población el consumo responsable y el gasto moderado, el dinero es imprescindible pero si volvemos a vivir por encima de nuestras posibilidades, puede volver otra ciclogénesis explosiva y podemos volver a tiempos de nivel de Paro elevadísimos, así como otra depresión colectiva como la que recientemente hemos vivido, que recuerda a la cara del mismísimo Caronte.
Bueno, sin ánimo de ofender a nadie, solo velando por el bien común y deseando prosperidad a todos sin excepción, un saludo.