La mayoría de funcionarios rechazó la propuesta de cuatro sindicatos en una tensa jornada de “rabia e indignación”
Con más de 90 votos de diferencia (204 frente a 112), Vigo rechazó ayer el preacuerdo alcanzado con la Xunta por cuatro de los siete sindicatos del comité de huelga de funcionarios judiciales para poner fin al conflicto que mantienen desde hace 80 días. La participación se situó por encima del 55%, al igual que el resto de Galicia (58%), donde el "no" a la oferta de la Xunta se impuso al "sí" por 836 votos frente a 746.
La decisión de SPJ USO, FeSP UGT, CSIF y CCOO de aceptar votar la propuesta, en los mismos términos que hace semanas, a los trabajadores, en contra de los otras tres centrales, Alternativas na Xustiza-CUT, CIG y STAJ provocó ayer una tensa jornada en los juzgados, con momentos de elevada tensión entre los funcionarios.
Una mayoría de huelguistas acudió a primera hora de la mañana a una asamblea informativa convocada por los tres sindicatos que se oponían a dicho acuerdo que ya había sido rechazado el miércoles anterior y que preveía aumentar 135 euros al mes para gestores, 127 euros a tramitadores y 122 euros mensuales a cuerpos de auxilio.
La división sindical generó una fuerte tensión cuando el resto de sindicatos quisieron colocar las urnas. A gritos de “traidores” y “vendidos” más de un centenar de trabajadores acorralaba a los delegados de CCOO, UGT, USO y CSIF, lo que obligó al juez decano a dar aviso a la Policía Nacional, que desalojó el edificio judicial y permitió la colocación de las urnas y el inicio de la votación. Durante toda la mañana, se vivieron momentos de rabia e indignación con llantos y lágrimas por parte de los huelguistas. “Llevamos casi tres meses sin trabajar, no nos explican nada y aceptan el acuerdo que ya fue rechazado mientras nos animaban a seguir resistiendo”, explicaban Clara y Chelo quienes incidían en que “esto no es un asunto de sindicatos sino de trabajadores”.
Por su parte, Mercedes Váquez, funcionaria de la Oficina de Atención a las Víctimas se lamentaba de que “haya ganado la traición, es un día de impotencia”. Desde Tui, se trasladaba para votar Maita Larramendi quien explicaba que “lo que nos duele es que estuvieran negociando por detrás, sin decirnos nada mientras nos enviaban el mensaje de unidad. Eso es lo que no molesta y que se vote sin dar explicaciones”.
