Xavier Verdaguer (Vic, 1972) es un referente en el mundo de los emprendedores. Es ingeniero informático y arquitecto técnico por la Universidad Politécnica de Barcelona y estudió Alta Dirección en Stanford. Su vida está desde hace años en Silicon Valley, donde fundó entre otras empresas Imagine Creative Center. Ayer visitó la Universidad de Vigo para buscar a los últimos “dreamers” (soñadores) que se subirán al tren de la creatividad.
¿Qué criterios debe reunir un “dreamer”?
Debe ser gente con talento, con un conocimiento, una trayectoria o que hayan hecho algo relevante, y en segundo lugar la actitud y las ganas de venir a esta experiencia. En Vigo hemos encontrado candidatos muy buenos.
¿Por qué llevan en tren a las personas que participan en el Imagine Express? ¿Qué despierta en ellos el viaje?
Al final es un programa de innovación disruptiva muy intenso, en el que se tendrán que configurar equipos multidisciplinares, y lo hacemos en un tren para que salgan literalmente de la zona de confort. Ahí, en la incomodidad de un tren, tendrán que hacer equipos con personas muy distintas a ellos y en ese viaje hasta Londres tendrán que ir desarrollando el proyecto. El simbolismo del tren, el hecho de que no para y tienes que ir avanzando, no te puedes retrasar en el trabajo, los imputs nuevos que vas recibiendo durante el viaje, el propio hecho de que es una aventura, hace que se acelere el proyecto de innovación.
¿Cuál es la mejor edad para ser emprendedor?
No hay edad. Entendemos que para tener esta actitud y estas ganas de emprender se puede hacer a cualquier edad. Es cierto que cuando se es joven uno tiene más energía o puede arriesgar más o ser un poco imprudente, esos es bueno, pero no restringimos la edad. Este año viene desde una persona de 17 años a uno de cincuenta y tantos.
¿Cree que mucha gente descarta emprender algo porque no ve la forma de conseguir dinero para empezar?
Nosotros siempre decimos que lo que hay que hacer es quejarse menos y aprovechar las oportunidades. El tren es una oportunidad, como los trenes que salen cada día, pero este es un tren especial. Tiene algo simbólico, empiezan un viaje que no saben cómo acabará pero que seguro que por el camino van a aprender muchas cosas y es también un ejemplo de que hay que cambiar de actitud.
¿Qué hace tan especial Silicon Valley, es un lugar legendario?
Está un poco mitificado. Evidentemente de ahí han salido compañías muy exitosas, pero también la mayoría de proyectos fracasan. En lo que nos deberíamos fijar es en la actitud de las personas, que es diferente. La gente se queja menos y aprovecha las oportunidades que tiene. Es un entorno muy competitivo donde es muy difícil emprender porque hay gente muy buena y es un sitio caro para vivir, pero la gente lo intenta sin miedo a fracasar y con ambición.
¿A usted le fue bien?
Sí, llevo cinco años allí. Estoy muy contento, con ganas de seguir y de llevar a más españoles.
¿Por qué hay más emprendedores en Estados Unidos?
El tema está en la educación sobre todo. En edades más tempranas se trabaja mucho el tema de la comunicación, del liderazgo, habilidades emprendedoras que no se desarrollan tanto en España.
¿Cómo vio Vigo?
Fue una sorpresa porque nos hemos encontrado con gente que tiene talento y actitud, con chicos que tienen ganas de cambiar el mundo, que están en Vigo pero piensan en global con ilusión y ambición.
