Los usuarios del puerto mantienen todas sus dudas sobre qué va a pasar realmente a partir del día 18, cuando Maersk comenzaría con su operativo en la Ría de Pontevedra. Uno de los colectivos portuarios, Logidigal, conformado por consignatarias, transitarios y transportistas, entre otras firmas, reconocía que pese a todo hay más dudas que seguridades. Su presidente, Titus Van Lieshout, señaló que "el día que llegue el primer buque a Marín sabremos de verdad lo que hay". El presidente de Logidigal coincidió con el resto de colectivos en lo conocido: que la descarga es más cara en Vigo que en Marín "porque hay más estibadores, y eso es de toda la vida" y añadió que la propia empresa gestora de la terminal marítima de Guixar, Termavi, "tendría que moverse". Termavi fue la que perdió la subasta de Maersk.
El conflicto con Marín tiene curiosas ramificaciones, por cuanto el presidente de su Autoridad Portuaria, José Benito Suárez, es al mismo tiempo el marido de la ministra Ana Pastor. No obstante, su designación es anterior a la llegada de Pastor, y le correspondió a la Xunta, que tiene la competencia en el nombramiento. El presidente del Puerto de Marín no ha hecho declaraciones hasta la fecha, manteniéndose en segundo plano.
Ana Pastor dijo este viernes que se trata de un asunto entre empresas donde las instituciones no tienen nada que decir y dejó el caso en manos de la competencia y del mercado. No obstante, la decisión de la Autoridad Portuaria de Vigo de apelar a Puertos del Estado, organismo de Fomento, lleva el caso a otra dimensión.
Por su parte, Maersk explicó a través de su portavoz, Irenea Villar, que la subasta fue realizada sabiendo las empresas terminales las condiciones aunque la firma danesa señala que el acuerdo es sólo por un año y ha aceptado mantener un encuentro con López Veiga para discutir la situación, que se celebrará la próxima semana.n
