Nunca ha habido tan pocos pisos en alquiler disponibles en Vigo y además la oferta cae con extraordinaria rapidez: en solo un mes, un 15 por ciento menos. Y bajando, con 350 en estos momentos, frente a 420 que había en marzo, que ya era un número muy bajo. Para el sector inmobiliario la culpa es una sola: de la Ley estatal de Vivienda, que llevaría a los propietarios a destinar sus inmuebles a otros fines, como la venta o el turismo por temor a los efectos de la norma, que protege de forma muy especial al inquilino. En Coruña incluso hay menos, 280, si bien la población es sensiblemente inferior, con 50.000 habitantes de diferencia. No es un fenómeno local, si bien afecta más a las ciudades: en toda Galicia se pasó en ese mismo período, desde el 1 de marzo al 15 de abril, de 2.780 a 2.250 pisos en arrendamiento en el circuito de comercialización. Una caída como nunca. En paralelo, el número de pisos turísticos se mantiene en el entorno de los 1.700 en Vigo, una cifra similar desde inicios del año, aunque ya supone que por cada vivienda de alquiler tradicional hay cinco que se destinan a uso vacacional. Es una vía que ha ganado peso por rentabilidad y mayores garantías para los propietarios, aunque parece haber alcanzado su techo, al menos en Vigo, por debajo de las 2.000.
En todo caso, desde el sector inmobiliario se señala al “nuevo error del Gobierno”. “En vez de proponer medidas efectivas y ayudar de forma exacta y directa a la accesibilidad a la vivienda en arrendamiento se limita a generar una expectativa que no va a tener un impacto real, y que únicamente va a tensionar más aún el mercado y reducir la oferta en alquiler”, indican desde Fegein, la federación gallega. Para Fegein, poner restricciones a los propietarios en el uso de sus viviendas lo que hace es justo lo contrario que busca la ley, al encarecer el precio y la accesibilidad a los más jóvenes y familiares vulnerables.
La foto fija del stock de viviendas en arrendamiento a día de hoy en el circuito de comercialización en el conjunto de los 313 ayuntamientos de Galicia es de 2.780. Es decir, un 45 por ciento menos que tan solo cuatro años atrás, en enero del 2020, cuando había aproximadamente 6.000. Y que en la segunda quincena de abril vuelve a reducirse drásticamente un 19 por ciento hasta las 2.250 viviendas. Algunas se vendieron, otras al turismo y otras salieron del mercado.
Fegein considera negativo el impacto negativo de la Ley Estatal de Vivienda y estima que con la aplicación del índice estatal de precios puede bajar a finales de 2024 un 40 por ciento más la ya reducida oferta de viviendas en Galicia. Llegando así en el último trimestre del año en curso a menos de 1.500 pisos en la oferta de arrendamiento.
"A esperar diez años por una vivienda, hasta el año 2033"
Benito Iglesias, el presidente de Fegein, se mostró muy crítico con la política en vivienda del Gobierno, que ha prometido recientemente aumentar la oferta en alquiler asequible y social en España. Tirando de estadísticas, destacó que en el total de todos los programas desarrollados y en ejecución hasta la fecha, conjuntamente con todos los anunciados hace escasos meses sumarían un total de 183.040 viviendas. Las cuales, añade, virtualmente, se pondrían en marcha a través de diferentes planes, según el propio Gobierno.
“Cuestiono, con los mismos datos oficiales, esta expectativa de virtual planificación por no corresponderse con la realidad, creando falsas expectativas que potencian la ansiedad de quienes necesitan y buscan una vivienda, principalmente nuestros jóvenes y las unidades familiares vulnerables”, señaló en una nota de Fegein. “No es de recibo, ni ahora ni nunca”, zanja, tras señalar los datos. En total, el Gobierno habría movilizado un total de 705 viviendas en el conjunto de los 313 ayuntamientos de Galicia a través del plan estatal, acuerdos con la Sepes o el plan de recuperación. Sin embargo, 499 de estos pisos no estarían a disposición de los solicitantes antes de 5 años siendo la media de entrega 10, para 2033.
